Espectáculos

'Batman desenterrado' y la UAEH

¿En qué piensa usted si le digo universidad pública? Con todo respeto para mis queridos amigos de tantísimas instituciones: en miseria.

Por alguna extraña deformación cultural, de un tiempo a la fecha, los medios y las redes se han dedicado a etiquetar a las universidades públicas como lugares espantosos con las peores instalaciones y donde los jóvenes salen mal preparados.

¡Pues qué cree! Acabo de estar en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y todavía no doy crédito de lo que vi tanto en la Ciudad Universitaria de Tulancingo como en la Ciudad de Conocimiento en Pachuca.

De entrada, ¡Oh, sorpresa!, la UAEH está considerada como una de las diez mejores universidades de todo el país, compitiendo contra lo mejor de la educación privada del mundo y reconocida a nivel internacional.

Sus instalaciones me dejaron con la boca abierta. Ciudad Universitaria es un espacio inmenso, lleno de edificios nuevos, con unas residencias impresionantemente hermosas donde los jóvenes tienen hasta transporte gratuito.

Ni le cuento de las instalaciones. Vamos de la mejor fábrica de quesos en su tipo de todo el país al edificio más avanzado de toda América Latina para el estudio de la medicina.

Yo necesitaría una columna completa para escribirle sólo de eso y de la magnífica Ciudad del Conocimiento, ese espacio monumental que la UAEH ocupa en Pachuca con unos laboratorios espectaculares, la torre más alta y moderna de todo el estado dedicada a estudios de postgrado y una arena piramidal más grande que el Auditorio Nacional.

Yo no sé qué es más increíble, si la perfecta concordancia de esos espacios con el nivel académico que están manejando o la colegiatura semestral de tan sólo mil 300 pesos por toda esa educación.

¿Qué tiene que ver esto conmigo? Que la UAEH es la sede de SUMA, el Sistema Universitario de Medios Autónomos, un conglomerado de medios que ya lo quisieran muchas instancias públicas y privadas de nuestra nación.

Son estaciones de radio ubicadas en edificios diseñados para ser estaciones de radio y un canal de televisión, del más alto nivel global, ubicado en un edificio modernísimo, precioso, construido para ser eso, no oficinas, no departamentos.

El equipo es lo último de lo último en cuanto a innovación y tecnología, pero lo mejor es la gente. No sabe usted qué vocación, qué talento y qué ganas tienen todas esas mujeres y todos esos hombres de crear contenidos que funcionen, que trasciendan.

Muchas gracias al maestro Adolfo Pontigo Loyola, rector de la UAEH, por abrirme los ojos sobre esto que es tan importante, tan bueno y que cambia radicalmente la percepción que muchos teníamos de las universidades públicas mexicanas.

Muchas gracias a todos en la UAEH. Son lo máximo. Los felicito y les deseo que tengan todavía más éxito que el que están teniendo.

Imperdible

Y ya que estoy en asunto exitosos, Spotify acaba de estrenar su nueva producción original y yo no quepo en mí de la emoción ante el tamaño de podcast del que estamos hablando.

Primero, Spotify es la plataforma. Media humanidad sube ahí sus contenidos.

Cuando Spotify, además de ser la plataforma, se atreve a producir sus propios contenidos originales, créame, no puede hacer cualquier cosa.

Tiene que ser algo grande en fondo y forma, algo que supere lo que todos los demás hacen. Esto es así de bueno. ¡Así!

Segundo, estamos hablando de una audioseries inspirada en uno de los personajes más icónicos de la humanidad entera, de algo que viene con el respaldo de marcas tan poderosas como Warner que, igual, no le andan prestando su nombre a cualquiera.

Tercero, ¿de quién estamos hablando? De Batman. ¡Sí! Spotify acaba de estrenar un original de Batman. ¿Alguna vez imaginó usted escuchar algo así y en español?

Cuarto, esto se llama Batman desenterrado, viene de un libro fantástico pero la nota no es ésa, sino que estamos ante una obra maestra del audio en nuestro idioma.

Quinto. Hablemos del fondo: la historia es una locura perfectamente adaptada al mundo sonoro y a nuestro idioma. No hay manera de escuchar esos textos y de no volar. La imaginación va y viene. Uno participa. Es simple y sencillamente genial.

Sexto. Hablamos de forma: la producción es perfecta. Punto. La cantidad y calidad de elementos que entran y salen es tan maravillosa como la edición de todas esas voces y de todos esos sonidos en todas esas “temperaturas”.

Séptimo. El reparto es como para volverse loco de felicidad. Pura actriz y puro actor de verdad, de renombre como Alfonso Herrera, Zuria Vega, Gustavo Sánchez Parra, Noé Hernández, Ximena Romo, Úrsula Pruneda, Hernán Mendoza, Jerry Velázquez, Mariana Gajá y la maestra Gabriela Warkentin.

Octavo. Todos estos actores lo saben porque hemos coincidido en diferentes momentos de la vida: los amo y los admiro. Pero hoy los amo y los admiro más porque no cualquiera es capaz de crear con la pura voz y ellos no sólo lo hacen, lo hacen magistralmente. ¡Felicidades!

Noveno. Dirige Hari Sama, el genio detrás de la multipremiada película Esto no es Berlín. ¿Entiende usted lo que está pasando aquí?

Y décimo. Hay mucho qué decir de esto, de cómo juega con nuestra mente, con los nombres, con las realidades. Ojalá que pronto lo podamos hacer.

Mientras llega ese día le ruego que corra a escuchar Batman desenterrado en Spotify. ¡Es gratis! Le va a gustar. De veras que sí.


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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
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  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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