Pierrick Juin es un monero de 32 años que se unió al semanario francés Charlie Hebdo meses después de los ataques terroristas de 2015, reivindicados por lo que quedaba de Al Qaeda en respuesta a la publicación de caricaturas sobre el profeta Mahoma que antes habían aparecido en un medio danés.
“Satírica”, gustan denominar algunos a esa revista. Tiene mucho de eso, como también de provocadora, característica acaso inseparable del oficio de la caricatura. Aunque en ocasiones exageran, como repetir los monos sobre el profeta cuando comenzaron los juicios contra los acusados de la muerte de 12 personas, sobre todo sabiendo que afuera andan turbas de fanáticos, no hablo de creyentes, dispuestos a todo.
Sí, la libertad de expresión antes que nada. Nadie pone en duda ese derecho esencial, menos desde una tribuna periodística. Pero sigo creyendo, como lo escribí en su momento, que la repetición de los monos de Mahoma (por segunda vuelta en Charlie, además de la publicación original en Dinamarca) fue una provocación innecesaria, si bien, por fortuna, no motivó en aquel 2020 otro ataque.
El joven Juin, volviendo al personaje de la entrada, ha dedicado a México un cartón con motivo de la presidencia del Consejo de Seguridad en Naciones Unidas. Los enemigos de AMLO aplaudieron a placer el dibujo, los seguidores lo condenaron, por supuesto.
La imagen no es otra cosa que la tontería del estereotipo del mexicano, sombrerudo, dormitando, sentado en el desierto mientras le pasan rozando balazos de todas direcciones, con una larga explicación (para ser cartón) en la que se lee: “México toma la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU”. Con cero humor y trazo equis, Juin se pone al nivel de quien ve a todo francés como enemigo de la ducha y la higiene. Una estupidez.
No hay modo de discutir lo paradójico que resulta ver a México en la presidencia del Consejo de Seguridad cuando la violencia no cede y menos con la receta basada en abrazos, pero si la “idea” del mexicano con sombrero es lo más original que pudo concebir el colaborador de un medio “satírico”, quizá Juin debiera echar una platicada con el embajador de Francia en México, Jean-Pierre Asvazadourian, quien de seguro puede ilustrarlo.
Alfredo C. Villeda
@acvilleda