La consolidación de la democracia en México, ha sido un objetivo trazado al menos, desde la Reforma Político Electoral de 1977.
Han pasado 40 años, y aun no logramos desaparecer los fantasmas del fraude electoral. Si bien ha sido un tránsito sinuoso, vamos en el camino correcto.
Para que un país se consolide democráticamente, todas las diferentes instancias y organizaciones deben aprender a ser democráticas.
Sin embargo, observamos que aun cuesta a los partidos, realizar procesos internos democráticos para elegir a sus dirigentes y candidaturas.
Pero lo más lamentable se presenta en los sectores sindicales, que pocas veces luchan por los derechos laborales, en cambio, se convierten en espacios de poder, botines políticos y económicos para sus dirigentes, cuyos líderes buscan perpetuarse en el poder. Para desde ahí, negociar de manera clientelar y corporativa, a sus respectivos gremios sindicales.
En días pasados se llevó a cabo las elecciones para renovar a las o los delegados de la sección XV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), sin embargo, todo termino en medio de violencia, con urnas y boletas aventadas, que impidieron tener un resultado final.
Y no es un tema de planillas, es un tema institucional, que preocupa, porque el SNTE es el sindicato magisterial más grande de América y el sindicato más grande de América Latina.
De acuerdo al propio comunicado del SNTE se esperaba una alta participación y en paz, cosa que no ocurrió. Por el contrario, se vivió una tensa y violenta elección.
Se decía que (las) y “los delegados serán electos mediante voto directo y secreto por lo que por primera vez se hará valer la voz del magisterio hidalguense”, cosa que tampoco ocurrió.
¿Que está en juego’? En las elecciones internas del sindicato, 43 mil profesores y profesoras elegirían a 700 delegados y delegadas al XXII Congreso seccional (22 y 23 de marzo). Para que ahí se eligiera al próximo líder sindical.
Es decir, está en juego el control del sindicato más poderoso de Hidalgo, cuyo vínculo con el poder y la política, no es menor.
Lo preocupante es la enseñanza que deja el gremio educativo a las y los jóvenes del estado, quienes de acuerdo a la última encuesta nacional de la juventud el 37%, menciona que lo más importante que saben sobre política, lo han aprendido de sus profesores y profesoras.
Es claro que, si realmente se quería un proceso interno democrático y transparente, tenían que haber solicitado al INE (Instituto Nacional Electoral), su intervención.
AUTORITARISMO Y CONTROL CLIENTELAR SINDICAL EN MÉXICO
Así observamos que algunos liderazgos sindicales, se han mantenido en el poder casi el mismo tiempo que diversos dictadores, como el caso de Elba Esther Gordillo, ex líder de la SNTE que estuvo en el poder 24 años (1989-2013) o Carlos Romero Deschamps, quien lleva como líder sindical de Pemex 24 años, un periodo casi similar al de los dictadores Hosni Mubarak, ex dictador de Egipto (30 años), o el de Omar Hassan Al-Bashir (28 años).
Pero hay lideres aún más anquilosados, como el caso de Francisco Hernández Juárez, quien se ha desempeñado como líder del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) desde 1976. Es decir, lleva 41 años al frente del STRM, la rotación de liderazgos y clase dirigente, es sano para cualquier sistema político democrático. El sindicato cuenta con más de 45,380 trabajadores y trabajadoras.
En otros sindicatos se vive la misma situación como el caso de la Federación de sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), cuyo líder Joel Ayala Almeida, está en el cargo desde 1998. El sindicato cuenta con 1 millón 470,000 trabajadores y trabajadoras. Estiman una fortuna superior a los 300 MDP (15 millones de dólares).
Víctor Félix Flores Morales, es líder desde 1995 del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM) y cuenta con un gremio de 49 mil trabajadores y trabajadoras. Gana 20 mil y tiene casas por 30 mdp.
Víctor Fuentes del Villar, líder desde 2005, del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), Cuenta con un gremio de 60 mil trabajadores y trabajadoras. De acuerdo a publicaciones, cuenta con múltiples propiedades y acumula más de 14 mil denuncias en su contra en la PGR.
Napoleón Gómez Urrutia, del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Similares (SNTMMSRM), lidera a 30 mil trabajadores y trabajadoras.
El recibe el cargo como herencia de su padre al fallecer en 2001Napoleón Gómez Sada quien estuvo en el poder desde 1960 (41 años al frente), más los 16 años de su hijo, suma la familia 57 años como dueños del sindicato.
Que además su última reelección, para el periodo 2008-2012, fue a través de una videoconferencia vía Internet desde Vancouver, Canadá, ya que esta exiliado allá, por tener una orden de aprensión en México, por un desvió de 1,100 MDP (55 Millones de dólares).
Isaías González Cuevas, líder desde 2005 de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), tiene el control de 4.5 millones de trabajadoras y trabajadores.
Lo interesante y preocupante, es que tienen en común, el manejo opaco y discrecional de los recursos sindicales, y el lujo y el confort que disfrutan, a diferencia de los miles de trabajadores que dicen representar.
Sin duda alguna la democracia aun no permea en los sindicatos de México.
“Por una sociedad libre de discriminación y violencia”.
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