Patricio Chávez (1995) nos dice que la gestión está cargada de diversos significados y estos dependen de los enfoques teórico-metodológicos que la sustentan y del contenido axiológico que se le otorgue. Un primer uso de la noción de gestión es aquel que se refiere a ésta como sinónimo de administración de una organización. La administración se entiende como una actividad gerencial que sigue el propósito fundamental de racionalizar recursos, que perfila la imagen de la empresa y evoca la figura de los directivos y responsables que se requieren para que la empresa funcione favorablemente. La otra vertiente, a partir de un enfoque metodológico diferente, incorpora el término de la autogestión. En este caso la gestión no se ajusta al sentido de administración y se aproxima más al de “dirección” y de “gobierno”, entendidos estos no “para hacer que las cosas funcionen” sino como capacidad de generar procesos de transformar la realidad. Esta idea conlleva además la idea de participación colectiva por parte de los miembros de una organización en los procesos de diseño, decisión y evaluación de la acción que se construye. (p. 1-20).
Desde esta perspectiva, la gestión de instituciones educativas es un proceso amplio, integral y participativo cuya esencia es la transformación de las instituciones educativas y que se concreta en la construcción de los proyectos educativos institucionales. En este sentido, las instituciones educativas asumen el desafío que es característico de las organizaciones inteligentes, capaces de corregir sus errores, de aprender de la experiencia, de tomar en consideración los requerimientos de un entorno cambiante y de desarrollar y consolidar esquemas de comprensión y de acción en su orientación permanente hacia el logro de los fines, las metas y los objetivos que les son propios. En otras palabras, la escuela llegara a ser, fundamentalmente, unidad educativa, en la medida en que las transformaciones en el interior del sistema se traduzcan en mayor poder sobre el desarrollo de una tarea educativa de calidad en su comunidad.
En este marco de ideas, Pilar Pozner (1997) menciona que la escuela como unidad educativa, constituye un nuevo espacio institucional, por la posibilidad de reconstruir y recuperar el sentido y valor de la vida escolar, demandando un estilo de gestión diferente que permita una forma de hacer escuela que genere aprendizajes para los estudiantes, profesores, directivos, padres de familia y la institución en general. A esta nueva modalidad de comportamiento escolar le denomina: gestión escolar.
La gestión escolar es una de las instancias de toma de decisiones acerca de las políticas educativas de un país. La gestión escolar realiza las políticas educacionales en cada unidad educativa adecuándolas al contexto y a las particularidades y necesidades de la comunidad educativa. Se puede definir también como el conjunto de acciones, relacionadas entre sí, que emprende el equipo directivo de una escuela para promover y posibilitar la consecución de la intencionalidad pedagógica en-con-para la comunidad educativa.(p. 69-91)
Por su parte, Silvia Schmelkes (1999) se aproxima a definir el concepto de “gestión escolar”, pues reconoce que aún adolece de una fragilidad teórica que impide cristalizarlo. Como todo concepto en construcción, el de “gestión escolar” se define más fácilmente por lo que no es, que por lo que es.
Sabemos que el concepto de gestión escolar no es sinónimo de administración escolar, aunque la incluye. Sabemos también que la organización escolar es, en todo caso, y junto con la cultura escolar, consecuencia de la gestión. Entendemos que la gestión requiere un responsable; que para que la gestión sea adecuada, dicho responsable debe tener liderazgo, y que dicho liderazgo debe vincularse con el quehacer central de la escuela, que es formar a los alumnos.
Pero también sabemos que la gestión escolar no se reduce a la función del director, sino que pone ésta en relación con el trabajo colegiado del personal y con las interrelaciones que se establecen entre los diferentes actores de la comunidad educativa -- incluyendo la comunidad externa --y de éstos entre sí. Gestión, por otra parte, es un sustantivo que denota acción, una acción, por otra parte, de carácter creativo.
Gestión escolar, supone cierta intencionalidad y cierta direccionalidad de los sujetos involucrados. Por eso, se asocia con la planeación escolar, así como con el quehacer cotidiano en el que dicha planeación se va ejecutando.
Así, las interrelaciones que la escuela establemente favorece, y la forma como procura que se tomen las decisiones, no son fruto del azar, sino de la intencionalidad colectiva combinada con las tradiciones históricas y la cultura que esa colectividad ha venido construyendo. Gestión escolar tiene que ver con la generación de una identidad de la institución gestada, así como de una identificación de quienes la conforman.