Política

Educar para la libertad

  • Apuntes pedagógicos
  • Educar para la libertad
  • Alfonso Torres Hernández

El nuevo Modelo Educativo para la Educación Obligatoria fue presentado con bombo y platillo el pasado 13 de marzo de 2017, advirtiendo que su aplicación será hasta el ciclo escolar 2018-2019. Como parte de su presentación, se enuncia a manera de slogan "educar para la libertad y la creatividad", como si se tratara de vender un producto en el ámbito comercial o político. Sin embargo, es preocupante que en la revisión general del Modelo Educativo, estas dos intenciones educativas: liberar y crear, quedan prácticamente en el olvido. En el planteamiento curricular no aparece, en los principios pedagógicos tampoco y en la formación y desarrollo profesional de los docentes menos. Y me permito ironizar al decir que es preocupante que ninguna de las casi 300 mil propuestas presentadas en más de 200 foros no hayan aportado nada al respecto.

La intención de educar para la libertad y la creatividad, implica en sí misma una transformación educativa sustantiva. Si esto es así, entonces el Modelo Educativo debe considerar apuntar la necesidad de formar y desarrollar el pensamiento en docentes y alumnos. La formación continua de los maestros debería enfatizar entonces, en el análisis y recuperación de los aportes de Freire, Lipman, Giroux, Mc. Laren, Morin, Dewey, Vygotski, entre otros, a través de cursos, talleres, seminarios o diplomados. De igual manera en los aportes de José María Luis Mora, Justo Sierra, Rafael Ramírez, José Vasconcelos, del ámbito nacional.

En sus investigaciones, Lipman rescata y resalta la gran importancia de dar un giro a la educación, donde se pase del simple "enseñar para aprender" a una enseñanza que cultive efectivamente el pensamiento; es decir, una enseñanza donde el pensamiento sea su primera y plena finalidad. Ahora bien, esta educación debe apostarle a ir más allá del pensamiento natural, del cual todos venimos dotados, y debe apostarle a una educación para un pensamiento crítico, un pensamiento de calidad, un pensamiento que vuelva sobre sus mismas raíces, que se vuelque y que se piense a sí mismo, dando así el primer y fundamental paso para su mejoramiento, antes de dar un salto directo sobre sus contenidos. Desde aquí, este pensador lanza su propuesta de la "formación del pensamiento crítico", dándole a la filosofía la responsabilidad de la investigación y el desarrollo de la capacidad de razonamiento, y como una respuesta a la necesidad global y social de formar mentes críticas y responsables que aporten en una educación de calidad y en la construcción de una sociedad cualitativamente mejor. Su noción de pensamiento crítico se desarrolla dentro de una filosofía que acude a la investigación intelectual cooperativa y autocorrectiva, heredada del matiz investigativo de la filosofía y la pedagogía de Dewey, y dentro de un claro interés por el perfeccionamiento del razonamiento, de la cual se ocupa también la lógica informal, como base esencial de un nuevo modelo educativo. (Zapata Maya, 2010).

Por otra parte, si tenemos presente que México es un país con una población mayoritariamente pobre, es posible que cuando hablemos de "educar para la libertad" ´pensemos en los aportes de Freire para desarrollar una pedagogía de la emancipación a partir de fortalecer la formación ciudadana. Freire plantea que la educación puede ser vía de cambio, camino de libertad para excluidos y oprimidos, herramienta, por tanto, de liberación. Freire considera que los hombres y las mujeres tienen que tomar sentido de su propia existencia para poder ser personas, esa toma de conciencia supone capacidad de contextualizar su existencia y la de sus semejantes. Este paso genera concienciación y radicalismo que sitúa y adapta al ser humano a la realidad. El siguiente paso es desarrollar una mirada crítica ante nuestra realidad, que supone capacidad de discernimiento de su yo, de valorarlo, de juzgarlo con criterio propio, lejos de las interferencia de quienes intentan convencernos que vivimos en el mejor de los mundos posibles, como diariamente pretenden las élites dominantes, mediante los medios de comunicación de masas, sumisos a esas mismas élites, la sociedad de consumo que nos empuja a convertirnos en seres acomodados. En la medida que eduquemos en la transitividad, más barreras levantaremos frente al engaño del consumo, que todo lo inunda de mensajes vacíos, falsos, generadores de frustración, germen del odio. (Freire, 1987)

Educar para la libertad y la creatividad, implica entonces que el Modelo Educativo considere procesos serios y sólidos de formación del sujeto, en este caso los docentes, para el desarrollo de su pensamiento. Generar las condiciones mentales para el desarrollar su creatividad, pensamiento creativo, con la capacidad de innovar y generar nuevas ideas y conceptos que lo lleven a establecer nuevas asociaciones, relaciones y soluciones originales a problemas planteados. De igual manera, Freire, considera que dentro de las condiciones históricas de la sociedad es indispensable una amplia concienciación de las masas que a través de una educación haga posible la autorreflexión sobre su tiempo y su espacio. Está hondamente convencido de que la elevación del pensamiento de las masas comienza exactamente con esta autorreflexión que los llevará a la consecuente profundización de su toma de conciencia y de la cual resultará su inserción en la historia, no ya como espectadores, sino como actores y autores.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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