1. La reunión de los diputados
Los diputados del PRI se reúnen, ahora sí, pero en Paseo de la Presa, ahí en las viejas oficinas del Directivo Estatal.
Los temas ya se han comentado en este espacio, aunque un nuevo dato sería la protagonista participación del delegado, Antonio Lugo, quien tiene la varita mágica de la paz o la de disciplina partidaria, que es todavía mucho mejor.
Pero la novedosa reunión no es la que convoca el legislador Jorge de la Cruz, sino el Rector de la Universidad de Guanajuato, Luis Felipe Guerrero Agripino, quien ya extendió varias invitaciones a todos los diputados federales.
El Rector quiere mostrar a los legisladores de San Lázaro toda la actividad que realiza la Universidad en cada uno de sus campus, así como la infraestructura que ofrece y, por supuesto, las necesidades prioritarias de la Máxima Casa de Estudios.
El viernes los espera en el edificio central.
2. Una pareja con suerte y sin interés
Quizás para ella y para él, resulte intrascendente el hecho, pero para los capitalinos, quienes los escogieron como sus representantes, es de especial importancia.
Resulta que la regidora panista, Samanta Smith, está de vacaciones en la Riviera Maya y es muy probable que no aparezca en la presentación del Plan de Gobierno de la Administración Municipal de Guanajuato.
No sorprende, por supuesto, pues su esposo, el diputado azul, Alejandro Navarro Saldaña, mantiene la misma actitud, cuando se trata de revisar, supervisar o defender los intereses de los cuevaneses.
Son los estilos azules de la capital.
La ausencia de la regidora del PAN, Samanta Smith, en acto como este, le hace perder autoridad para cuestionar o señalar los errores de la administración que encabeza el priista, Edgar Castro Cerrillo.
Por supuesto que puede continuar sus críticas, antes y después de un acto como el de la presentación de Plan de Gobierno, pero su ejemplo, le resta credibilidad y seriedad, sobre todo cuando los capitalinos, esperaban una actuación mejor.
3. Qué bonita familia, pero qué bonita familia
Alejandro Navarro, su esposo, hizo lo mismo en el primer periodo de sesiones en el Congreso del Estado. El día que tenía que revisar el presupuesto del Municipio de Guanajuato, el legislador, el único con representación en la capital, decidió ausentarse.
Luego, como para "recomponer" su ausencia, presentó iniciativas que sólo beneficiaron a la Secretaría de Educación y dejó sin respaldo a los padres de familia de varias escuelas de Guanajuato.
Enseguida emprendió un concurso de dibujo para el cuidado del agua, tal y como desde hace muchos años, realiza el Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guanajuato (SIMAPAG).
La pareja con suerte, sigue con la misma fama: sin mucho interés por Guanajuato.
4. Medina & Márquez; entre lo legal y lo moral
El síndico del Ayuntamiento de León, Carlos Medina Plascencia, se equivoca al hacer pública su decisión de usar un servicio de transporte, como Uber, al margen de cualquier legalidad en Guanajuato.
Por supuesto que el representante panista puede continuar con su discurso de apertura comercial y económica, sobre todo ante el talentoso esquema de negocio que tiene Uber en casi todo el continente, pero eso no lo excluye de la obligación que tiene para respetar la ley, al ser funcionario público.
Uber opera en León de manera ilegal, al menos, al margen del orden que marca la autoridad de Guanajuato y tal como lo hace el síndico de León, ambos enfrentan al Gobierno del Estado y al gobernador, Miguel Márquez, bajo el ejemplo de rebeldía pasiva.
Si lo cortés no quita lo valiente, lo empresarial no debería promover la anarquía.
Márquez mantiene una paciencia de gobernante y sabe que, pese a la discusión que se avecina con el tema de la Ley de Movilidad, el esquema proteccionista para gremios de taxista, habrá que operarse en los siguientes días.
Lo que quizás aún no sabe Carlos Medina, es que los taxistas, ya no le favorecerán tan fácilmente, pues es de mal gusto, hacer público, esa preferencia elitista de usar automóviles de ejecutivos o funcionario VIP.
