El Reino Unido alberga una de las industrias más dinámicas de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), por lo que hay voces que advierten que su salida de la Unión Europea, como desea la mayoría de los participantes del referendo del jueves en la llamada Brexit, tendrá implicaciones que llegarán más allá de las islas británicas y el continente europeo.
Y es que esta especie de aislamiento que pretenden los que dijeron "sí" a la salida de la UE, apagará una de las posturas más sólidas en contra del proteccionismo y el exceso de las normas en ese bloque.
Según la firma de análisis Stratchery, la salida de Gran Bretaña del acuerdo dejará a firmas como Google, Facebook, Twitter y otros gigantes tecnológicos a merced de lo que miembros de la UE como Alemania y Francia determinen en cuanto al libre flujo de la información y los datos.
Entre otras cosas, en la UE sigue pendiente la implementación del llamado Privacy Shield (Escudo de Privacidad), una política que permitiría a las empresa de Estados Unidos u otros países una forma más fácil y eficiente de manejar los datos de sus clientes y empleados en la eurozona.
Esto viene como un acuerdo para sustituir uno previo llamado Safe Harbor, que permitía a las empresas que quisieran manejar los datos personales de ciudadanos de la UE simplemente afirmando que se adherían a los estándares de privacidad en la región.
Pero esta facilidad quedó relegada el año pasado por la Suprema Corte Europea, pues no garantizaba la seguridad de los datos personales. Ante ello, se diseñó el nuevo Escudo de Privacidad pero los asesores de los reguladores europeos no creen que sea lo suficientemente robusto y que como Safe Harbor, y como quedó demostrado por el caso de filtraciones detonado por Edward Snowden, podría ser fácilmente burlado y violado.
Como en el caso de Google, Facebook, IBM, Oracle y muchas empresas más, las firmas británicas (o subsidiarias locales con alcance regional como Amazon UK o HP UK) que quieran participar en negocios que impliquen manejo de datos de los países de la UE, tendrán que seguir las nuevas reglas del juego que siguen compañías no europeas.
Este es un ejemplo de lo que la BSA (la asociación que lucha por los intereses de las empresas que diseñan, fabrican y venden software de negocios) advierte en torno a una especie de proteccionismo digital.
La BSA libra desde el año pasado, a raíz de la inminente firma del TPP (el gran acuerdo transpacífico que creará el bloque comercial más grande del mundo). Esta asociación llama a los negociadores de los más importantes tratados comerciales a diseñar acuerdos para limitar esa práctica.
La innovación digital es por naturaleza global, dice Victoria Espinel, CEO y presidenta de la BSA, quien llama a implementar reglas globales que faciliten un ecosistema digital en el que, por ejemplo, un sofisticado software de IBM o AutoCAD o Siemens permita a una pequeña firma de servicios de Guadalajara analizar, modelar y determinar los materiales y la densidad necesaria para los soportes de las turbinas de los más grandes jets de pasajeros.
La BSA advierte que hay intentonas proteccionistas que amenazan este ecosistema por parte de algunos gobiernos, como se ha visto en la Unión Europea. Una de estas medidas, dice Espinel, es la adopción de algunos países de prohibiciones o restricciones a las empresas de transmitir datos fuera de sus fronteras. Otros exigen a las empresas ubicar servidores en sus territorios para poder hacer negocios ahí. "Este tipo de políticas constituyen una perversión de internet", dice Espinel.
Aparte del libre flujo de la información, ¿qué más está en juego en la industria de las TIC con el brexit? Muchos empleos y la generación de riqueza, dice un reporte del Departamento de Cultura, Medios y Deporte del Reino Unido (DCMS). Esta oficina del gobierno británico dice que la economía digital representa casi 3 millones de empleos en el país y que el Sector Digital genera más de 118 mil millones de libras esterlinas, o 7.3 por ciento de la economía británica.