Llegar a tiempo a trabajar, a la escuela o a una cita es un extraño lujo si el traslado es en auto y por la zona metropolitana de Monterrey.
Seguramente estará de acuerdo usted, amigo lector, porque hoy en día no basta con salir temprano para llegar siempre en tiempo; no, es necesario tener además algo de suerte.
El tráfico en las avenidas ya es una constante, porque la carga de automóviles es muy alta y “la hora pico” ya no existe, eso algo del pasado, en realidad hoy tenemos que hablar de “las horas pico” de la mañana, la tarde y la noche.
Hay que decir que la implementación de carriles de contraflujo ayudan, pero es claro que las infraestructura vial está sobrepasada y no creció al ritmo de la ciudad.
Los alcaldes metropolitanos hicieron bien en impulsar el Reglamento de Tránsito Homologado, donde se reguló el horario del tránsito pesado pero, para ser realistas, las medidas no han sido suficientes.
Ahora que se están implementado las fotomultas, según dicen los alcaldes, para disminuir accidentes, resulta muy pertinente analizar la mayoría de los accidentes.
Y me quiero referir, estimado lector, no a los fatales, sino a los más comunes en la ciudad: los alcances, los golpes leves, esos que paralizan las avenidas porque el procedimiento implica no mover los autos y esperar a los seguros, incluso, si llega un agente de Tránsito.
Un par de autos impactados afecta a miles de personas todos los días y nadie parece buscar una solución a este típico mal que tenemos en la ciudad.
En otros tiempos el agente de Tránsito ordenaba mover los autos para no estorbar y levantaba un croquis para los seguros. Pero hoy en día los seguros no aceptan un croquis de tránsito. Seguramente existe mucha desconfianza, no veo otra explicación.
Entonces, amigo lector, en un alcance tenemos un gran problema, porque los agentes de Tránsito pueden ordenar que se muevan los autos, pero al hacerlo el seguro puede negarse a pagar los daños. Entonces, ¿movemos o no el auto? Difícil decidir porque el agente de Tránsito puede multarnos también si no cumplimos con sus indicaciones.
Lo importante es encontrar un procedimiento que no estrangule el tránsito en las avenidas, que los alcances, que son muchos y los más comunes, se resuelvan de manera rápida.
Para esto bien podrían arreglar los alcaldes que sus agentes de Tránsito sean más respetados por las aseguradoras, es importante regresarle la confianza y el respeto a los elementos.
Y también sería muy necesario que los alcaldes, así como operaron para homologar el Reglamento de Tránsito, se coordinen para obligar a las aseguradoras a que modernicen sus procesos.
Con la tecnología de hoy, amigo lector, bien podrían hacerse procedimientos virtuales en los alcances y choque pequeños, los conductores podrían mandar fotos del evento a su compañía de seguros y recibir una notificación que valga para que se cubran los daños. Así rápido, un par de fotos en WhatsApp una clave y listo, cada quien continúa su camino en ese momento y evita afectar a miles de personas.
Claro, habría accidentes menos típicos que sí obligarían a que llegue un ajustador, pero la mayoría de los alcances se pueden agilizar con fotos y video de un teléfono.
Ya es mucho el tiempo que nos consumen el tráfico y apresurar los accidentes pequeños sería de gran ayuda para quitarle el factor “suerte” a nuestros traslados.
Si bien las aseguradoras podrían dar un paso adelante y resolver el asunto, la realidad es que impulsar un cambio en los procesos es trabajo de la autoridad, de los alcaldes metropolitanos, son ellos quienes deben sentarse a la mesa con las compañías de seguro y establecer reglas nuevas para su operación.
No es tan difícil, no es imposible, es de gran beneficio para todos y lo único que se necesita es voluntad y unidad por parte de los ayuntamientos… o usted, ¿qué opina?