Este lunes, las puertas de la Cineteca Nacional se abrieron para recibir a decenas de invitados, actores, expertos audiovisuales y amantes del cine en un emotivo homenaje a un pionero del audio cinematográfico en México, el ingeniero José B. Carles.
Habiendo tenido el honor de asistir a este evento, quiero destacar la importancia del legado de José B. Carles y el mensaje que transmitimos en representación del gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar.
José B. Carles no solo transformó la radio mexicana y la forma en que escuchamos el cine, sino que también desempeñó un papel crucial en la formación de sindicatos que reconocieron los derechos de los técnicos de esta industria en México.
En los albores del siglo XX, nació en la Ciudad de México, José Baudilio Octavio Carles Riberas. La inquietud insaciable por la tecnología que permeaba su época, lo llevó hacia el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde adquirió conocimientos que aplicaría para perfeccionar el audio en la radio y el cine mexicano.
Los años treinta marcaron su debut en la escena cinematográfica, en los que colaboró con los avances tecnológicos que facilitaron la captura de sonidos en rollos de celuloide, dotando de arte a obras maestras como “Los olvidados”, “Enamorada”, “Mecánica nacional” y “El ángel exterminador”.
Pero su influencia trascendió las fronteras de México. En tiempos de exilio y destierro, abrió las puertas de su estudio a los españoles perseguidos por la Guerra Civil y la amenaza de Franco. Así, demostró que el cine, con sus imágenes y sonidos, es un puente que nos conecta más allá de las lenguas y los límites geográficos.
Es por ello que durante el homenaje, el embajador de España en México, Juan Duarte Cuadrado, resaltó la labor de personas como José B. Carles, quienes fortalecieron los lazos entre naciones a través del arte y la cultura.
Por su parte, el reconocido actor José Carlos Ruiz recordó cómo observaba a José B. Carles detrás de su consola, con su confiable Nagra y auriculares, en una escena en la que parecía estar descansando. Ruiz sugirió que aquellos momentos eran, en realidad, parte del meticuloso proceso de sintonizar cada palabra que los actores expresaban.
María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía, elogió el papel esencial de la tecnología en las producciones audiovisuales y destacó que el trabajo de José B. Carles fue fundamental para que el cine mexicano se escuchara y se hiciera presente en todo su esplendor.
Este homenaje también contó con la participación de otras personalidades del cine mexicano y de los medios de comunicación. Erwin Neumaier, director general de los Estudios Churubusco; Sergio Olhovich, legendario director de cine; Felipe Marino, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica y Baltazar Brito Guadarrama, director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia; enriqueciendo aún más la celebración a su memoria y trabajo.
José B. Carles no solo promovió la unión entre gremios, sino también la formación, el bienestar y el crecimiento integral de todos aquellos que trabajan en producciones audiovisuales: staff, técnicos, fotógrafos, editores, locutores, maquillistas, tramoyistas, ingenieros, iluminadores, talento, productores y directores, entre otros.
Es por esta razón que me llena de entusiasmo haber tenido la oportunidad de estar presente en este evento, donde se reflejó la misma visión social que el gobernador Julio Menchaca Salazar ha instado a seguir en Radio y Televisión de Hidalgo, desde donde buscamos aportar en el camino de la transformación en nuestro estado.
Este emotivo homenaje es un recordatorio de que el cine es un arte colectivo, donde cada uno de los involucrados, contribuyen a crear una experiencia única para el público. José B. Carles, seguirá resonando en nuestras películas, nuestras radios y en nuestros corazones. En la Cineteca Nacional, su legado perdura, inspirando a las generaciones futuras a explorar nuevas fronteras y a soñar en grande.