Despedimos a un hombre que dedicó su vida a dar voz a los sin voz, a escribir con integridad y a luchar por un mundo más justo. Rolando García García, figura entrañable y querida en Hidalgo, nos ha dejado un vacío irreparable.
Rolando fue un maestro de la palabra. Sus escritos, llenos de profundidad, reflejaban su conocimiento y su inquebrantable compromiso con la verdad, que lo llevó a recorrer cada rincón del estado de Hidalgo.
Rolando dejó una huella imborrable en el corazón de quienes lo conocimos. Sus compañeros de trabajo y amigos son innumerables, y cada uno de ellos guarda un tesoro de historias y vivencias compartidas. De entre este vasto acervo, comparto tres relatos que nos acercan a la esencia de este excepcional ser humano.
Don Benjamín Ramos me relató una nota realizada hace muchos años con Rolando en la comunidad del Alberto, enfrentando tensiones y peligros en el contexto de un secuestro. A pesar de ser recibidos a punta de pistola, Rolando calmó la situación, obteniendo la información necesaria y evitando que la situación escalara con apoyo comunitario y oficial. Benjamín destaca la valentía de Rolando, quien siempre estuvo dispuesto a enfrentar los desafíos para defender a la comunidad.
Rocío Rivera recuerda respetuosamente a Rolando como “El Rolax”, reconocido por su excelencia como cronista, periodista cultural y guionista en Radio y Televisión de Hidalgo durante más de 30 años. Sus escritos eran símbolo de trabajo meticuloso y bien elaborado. Para los jóvenes, fue un apoyo indispensable, brindando consejos y compartiendo su visión de la vida de manera cautivadora en charlas enriquecedoras y extensas.
Las palabras de Gustavo García Serrano, quien compartió con Rolando su pasión por la escritura, resumen a la perfección su espíritu: “Hiciste de la escritura una aliada en tu búsqueda por un mundo más justo, con un suelo más parejo. Ahora te toca estar en otro espacio y en otra forma, quizás en una estrella fugaz que viajará eternamente por el infinito. Descansa en paz mi maestro y amigo”.
En el funeral de Rolando García García, se respiró un ambiente de profunda tristeza mezclada con admiración y cariño. Decenas de amigos, familiares, colegas y su pareja Mari Carmen Lomelí se reunieron para darle el último adiós a un hombre que dejó una huella imborrable.
La presencia de Mari Carmen Lomelí fue un faro de consuelo y fortaleza para todos aquellos que despidieron a Rolando. Su amor y dedicación hacia él fueron un ejemplo palpable de lo que significa ser una pareja amorosa. Nuestra querida Mari Carmen, con su entereza y espíritu inquebrantable, honró la memoria de Rolando y brindó un cálido abrazo a sus familiares y amigos. Descansa en paz, querido Rolando García García. Tu legado vive en nosotros y en cada historia que contamos.