Política

Tropieza México con Panamá

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La diplomacia mexicana, que alguna vez fue orgullo nacional, es un desastre, atrapada entre la soberbia presidencial y la pasividad diplomática del canciller.

El presidente Andrés Manuel López Obrador se equivocó en la intención de nombrar a Pedro Salmerón embajador en Panamá, presunto acosador sexual, país que rechazó con tacto la propuesta, y en vez de dar una salida decorosa a la imprudencia diplomática, cometió la mezquindad de cuestionar públicamente a la ministra de Asuntos Exteriores de Panamá, Érika Mouynes, de un país con el que teníamos relaciones diplomáticas cordiales, al compararla con la Santa Inquisición. 

Mientras que la ministra Mouynes, canciller panameña que merece el mayor respeto del gobierno mexicano, actuó de manera impecable al conducir por la vía diplomática su discreta interacción con la SRE, al advertir que no se daría el beneplácito a Salmerón, López Obrador repite ahora el mismo error de anunciar la designación de la controvertida actriz Jesusa Rodríguez, antes de solicitar el beneplácito, violando el artículo 4 de la Convención de Viena de Relaciones Diplomáticas.

El mandatario corre el riesgo de tropezar dos veces con la misma piedra panameña. No se puede patear a quien da el beneplácito ni convertir a las embajadas en carpas de teatro. La sabiduría popular enseña que el hombre es el único capaz de tropezar dos veces con la misma piedra y después de todo… culpar a la piedra.

La responsabilidad de nombrar embajadores y cónsules generales es una de las más delicadas que tiene el jefe del Estado mexicano, pues son la cara de México en el mundo.

Aunque son representantes personales, son sobre todo embajadores o cónsules de México, de todos los mexicanos. Por ello, es reprobable degradar la fiesta nacional de la Independencia en un acto de adulación presidencial, como lo hizo la periodista Isabel Arvide en Estambul.

El escándalo internacional de Salmerón y el bochornoso reemplazo con Jesusa Rodríguez han distraído la atención de otros nombramientos que también carecen de trayectoria diplomática, aunado al caso del repudiado priista Quirino Ordaz en España, cuyo beneplácito demoró cuatro meses, cuando suele tardar un mes. 

Desde hace años, en la SRE se ha vuelto como práctica de distracción mediática anunciar la designación de políticos indeseables junto con diplomáticos profesionales para diluir las críticas.

La mitad de los 16 nombramientos anunciados recientemente carecen de trayectoria diplomática: un periodista prosandinista en Nicaragua donde se reeligió un dictador sandinista, un activista de izquierda en Venezuela presidida por otro dictador chavista, una novelista en Brasil en el país más grande de América Latina, una ex gobernadora priista en Barcelona que no requiere la ratificación del Senado, un filósofo en Rusia, potencia que está al borde de provocar una guerra mundial, un panista pseudomorenista en Corea, país que hace 40 años rebasó a México en desarrollo económico. 

El reemplazo de diplomáticos por militantes y oportunistas constituye una grave preocupación en el Servicio Exterior Mexicano. No hay política exterior, sino una proyección aldeana de México en el mundo.

Y tal como lo exhibe el genial caricaturista Magú, ayer en La Jornada, Marcelo Ebrard compra pipas, consigue vacunas, rescata presidentes y hace talachas, mientras descuida la política exterior. “Nomás milando”, se titula el cartón dedicado a Ebrard, quien sueña en ser presidente, temeroso de contradecir al Presidente.

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@AGutierrezCanet

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Agustín Gutiérrez Canet
  • Agustín Gutiérrez Canet
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  • Periodista y Embajador de México en retiro. Licenciado en comunicación (U. Iberoamericana). Diplomático de carrera, representó a México como embajador en Rumania (2013-2016), en Finlandia, concurrente en Estonia (2008-2013) y en Irlanda (1995-1996). Fue cónsul general en Hong Kong y en Macao (1991-1995), ministro y jefe de cancillería en España (1989-1991), consejero en Italia (1985-1986) y representante alterno ante la FAO en Roma (1986-1987). En la Secretaría de Relaciones Exteriores fue director general de Comunicación Social (1982- 1985) y subdirector general de Prensa Extranjera (1980-1982). De 2003 a 2005 fue coordinador de Información Internacional en la Presidencia de la República y director del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana (1998-2002). / Escribe todos los jueves su columna Sin ataduras
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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