El objetivo principal de la visita a México de la vicepresidenta Kamala Harris fue abordar las causas fundamentales de la migración centroamericana hacia Estados Unidos, visión coincidente con nuestro gobierno, pero el documento firmado entre los dos países carece de compromisos claros.
El 8 de junio el presidente Andrés Manuel López Obrador y la vicepresidenta Harris fueron testigos de la firma de un memorándum de entendimiento pleno de buenas intenciones, pero vacío de compromisos obligatorios para el desarrollo en Centroamérica.
El memorándum de entendimiento fue suscrito por la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) nada menos que con la misma Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) que financió a Mexicanos contra la Corrupción, organización considerada enemiga por el Presidente, quien a pesar de todo atestiguó el acto de la firma en Palacio Nacional.
México pretende que Estados Unidos ayude a financiar los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en Honduras, El Salvador y Guatemala.
Sin embargo, el memorándum “no constituye una obligación de fondos ni un compromiso jurídicamente vinculante”, pues cada gobierno mantendrá “sus respectivos mandatos y misiones, de forma exclusiva y por separado”.
Por lo tanto, no está claro si Usaid financiará los programas mexicanos manejados por la Amexcid en Honduras, El Salvador, y Guatemala “con sujeción a la disponibilidad de recursos y personal” de cada país.
También llamó la atención que no hubo una conferencia de prensa conjunta entre AMLO y Harris, como sí la hubo el día anterior en Guatemala con el presidente chapín, y resultó extraño que cada gobierno haya difundido su propio comunicado, como si hubieran sido dos visitas distintas.
La principal diferencia entre el comunicado mexicano y el estadunidense estriba en que el primero se queda en lo retórico, y el segundo va al grano.
Uno habla de “respeto mutuo” y “voluntad compartida”, mientras que el de Estados Unidos anuncia donaciones por 130 millones de dólares en apoyo a la reforma laboral en México, 250 millones de dólares de inversión en el sur de nuestro país para la producción de cacao, café y el ecoturismo, así como apoyos al combate al tráfico de personas y a ayudar a resolver los más de 82 mil casos de desaparecidos en México, entre otras acciones.
Antes, el 3 de junio, Harris comunicó a López Obrador que el gobierno estadunidense regalará más de un millón de dosis de la vacuna contra el covid19 para los mexicanos que habitan en la frontera norte, donación que el Presidente agradeció.
Quizá por ello el resultado más notorio de la reciente visita de la vicepresidenta a México fue el cambio de actitud del presidente López Obrador hacia su colega estadunidense Biden.
López Obrador, quien mantuvo una relación cordial con Donald Trump a pesar de las amenazas económicas y de los insultos contra los migrantes mexicanos, se había rehusado a felicitar a Biden por su triunfo electoral y ahora dijo que estaba muy interesado en mantener buenas relaciones con su vecino del norte.
El Presidente pasó de la confrontación a la conciliación, en cuestión de días. Esperemos que así se mantenga por el bien de México.
@AGutierrezCanet