Durante mi última visita para comprar un libro recorrí la tienda y a lo lejos encontré un ejemplar con la fotografía de una mezquita. Decidí tomarlo para hacerlo mi lectura durante los días de descanso.
La autora, Sophie Goldberg, relata su historia familiar en 404 páginas con detalles que hacen al lector percibir los aromas, sabores, colores e imágenes de Turquía y México en el transcurso del siglo pasado.
Narra la vida de su abuela, Ventura Eskenazi, el personaje central y pilar de una historia llena de experiencias sostenidas bajo las tradiciones sefardíes, turcas y mestizas que con cada párrafo explica las transformaciones sociales y económicas de su época.
Combina de forma exquisita los detalles de la gastronomía y el lenguaje ladino que invitan a conocer más sobre la cultura que se fusiona y enriquece con cada palabra que se lee. Ayuda a entender la realidad y la valentía de quienes fueron inmigrantes a un país desconocido pero conocido como un lugar de paz, prosperidad y oportunidades de éxito. Ella, emprendió un largo viaje con apenas 19 años para encontrarse con Lázaro Carrillo quien su cuñada, y hermana gemela, había elegido fuera a su lado para comenzar una familia llena de amor y descendencia. Para sentir el cobijo en una realidad que comparte el barullo y el regateo de los mercados, de la transformación de una nación que se desarrollaba y edificaba su modernidad, de la grandeza y la generosidad de la gente que encontró motivos y razones para bendecirla.
La política exterior de México ofreció lustre y brillo a sus decisiones reconocidas por la comunidad internacional. Durante muchas décadas abrió las puertas a quienes se apropiaron de nuestras costumbres y tradiciones que con las suyas, enriquecieron nuestra Nación. Acogió a quienes sin saber más que nuestra lejana ubicación geográfica una opción de vida en América
La herencia generacional de Ventura, quien vivió intensamente su bagaje milenario, fue una aportación en la fusión de visiones de oriente y occidente como se fusiona en el estrecho de Estambul, el Mar Negro con el Mar de Mármara mezclado con el Golfo de México.
Recomiendo a los lectores vivir, a través de estas letras armonizadas, un fascinante viaje imaginario al mundo que nos llena de tristezas, alegrías, retos y desafíos de la vida de una mujer llena de valor y tradición, del gusto por la cocina y con gran amor a la tierra que la vio crecer, al lugar que la recibió y a su herencia judía que la hizo quedarse en la tierra de las frutas exóticas que la reconfortaron. A quienes como yo eligen a Estambul como el sitio donde los mexicanos sentimos una grata sensación de estar en casa y nos provoca cada vez más curiosidad de conocer sobre su cultura a través de sus costumbres, dichos, supersticiones y enseñanzas que con elocuencia nos comparte Sophie Goldberg en el libro Lunas de Estambul.
Sentirán al finalizar su lectura una gran ansia de probar, con los relatos de la abuela Ventura, una comida turca acompañada de un caliente chai de manzana y un café con asientos llenos de futuro, sueños y destino con sabor a un año nuevo que está por iniciar.