Mientras tanto, por doquier, la vida se hace inestable, amenazan nuevas guerras. Los muertos previstos se preparan, y la tierra se reblandece, en espera de fosas. Por todas partes se pegan carteles que explican la sangre. (Giorgo Manganelli, Cien breves novelas-río)
Nací en el ‘69. Por fortuna no me tocó vivir una Guerra Mundial (¡aún no!) pero sí me tocaron –a través de los medios– algunos “conflictos menores”: el Golfo Pérsico, Siria y, claro, Rusia contra Ucrania.
Michel Serres apunta lo siguiente: “Se debe definir la guerra como una de las relaciones de derecho entre los grupos o las naciones: estado de hecho, evidentemente, pero sobre todo de derecho. Desde los tiempos arcaicos de las primeras leyes romanas, y sin duda todavía antes, la guerra solo dura desde los procedimeintos bien precisos de la declaración hasta un armisticio, debidamente firmado por los responsables, una de cuyas atribuciones principales le confiere precisamente el poder de decidir el inicio y el final de las hostilidades. La guerra no se caracteriza por la explosión bruta de violencia, sino por su organización y estatuto de derecho. Y, como consecuencia, por un contrato: dos grupos se deciden, de común acuerdo sobre el que resuelven, entablar batallas, organizadas u otras. Sucede como si ese contrato de guerra hubiese filtrado nuestra supervivencia y originado nuestra historia, salvándonos de la violencia pura, y de hecho mortal. Así, Hobbes se equivoca cuando llama “guerra de todos contra todos” al estado que precede al contrato, pues la beligerancia supone este pacto cuya aparición tratan de explicar diez filósofos. Cuando todos luchan contra todos no hay estado de guerra, sino violencia, crisis pura y desencadenada, sin posible final, y amenaza de extinción de la población que se entrega a ella. De hecho y por el derecho, la propia guerra nos protege contra la reproducción indefinida de la violencia”.
La guerra como contrato civilizado. Porque debajo de toda guerra contemporánea subyace una especie de acuerdo. No podemos darnos el lujo de dar rienda suelta a nuestra capacidad destructiva, de otra forma entraríamos en un predicamento de supervivencia muy serio. La guerra es un proceso muy complejo y estructurado, con reglas, estrategias, objetivos, escenarios probables, etcétera. No es una rabieta ni una explosión súbita de pasiones desmedidas. Son cálculos, apuestas, parte negocio, parte idea de supervivencia sobre el otro bando, parte posicionamiento de alguna ideología, una manera de vivir, de percibir el mundo, el futuro. Tampoco es un juego, cuidado. Por supuesto que no todas las reglas se respetan, y para eso están los tribunales de guerra que se activan luego de cada conflicto.
Hace poco vi una pelea de box. Me pareció formidable. La técnica, la cautela, los errores: un espectáculo bien ejecutado. Me parece que eso es más o menos lo que es la guerra. El box no es una pelea callejera ni un despliegue irracional de violencia. Siempre se ha cuestionado si somos proclives a esta manifestación explosiva y sin sentido de energía destructiva. No lo creo. Me queda claro que ha sido justamente el encauzamiento de esta violencia en tendencias constructivas lo que ha logrado que tengamos la civilización que tenemos. Las guerras activan una maquinaria económica y tecnológica formidable. Sí: el horror que generan es espantoso y definitivamente hay que evitarlas.
Viendo programas de la naturaleza y leyendo los libros de David Attenborough, veo muchos casos de encuentros entre individuos de otras especies que no se destruyen, sino que usan sus atributos físicos e histriónicos para mostrar superioridad y acojonar al adversario, ya sea por temas sexuales o territoriales. Muchos matan por comida o para expandir su territorio con base en un tema de supervivencia, no matan por matar. La violencia está indicada y dosificada de manera práctica, útil. Sí: quizá seamos una de las pocas y raras especies que aplicamos la violencia solo por el placer de hacerlo, quizá por acúmulo de estrés, o tal vez porque, sucintamente puesto, somos unos dementes.
Adrián Herrera