Cultura

Desaparición

Un fenómeno peculiar ha despertado interés en los últimos meses. Se trata de la Desaparición Humana Espontánea (DHE). Aunque no es nada nuevo -se reportan desapariciones de esta naturaleza desde la antigüedad clásica- las desapariciones se han intensificado, por lo que una investigación internacional coordinada se ha echado a andar.

Para entender este fenómeno, vamos a recurrir a un cuento de Ambrose Bierce, La dificultad de cruzar un campo, de 1888. Una persona se dispone a cruzar una labor para girarle instrucciones a un trabajador. Sale de su casa hacia el sitio donde se encuentra esta persona. Hay tres puntos de referencia: la familia de la persona que se dispone a atravesar el campo, los trabajadores que lo observan desde otra parcela y un grupo que viaja a bordo de una carroza sobre un camino que separa las propiedades. Es decir, tres puntos de vista que forman un triángulo. De pronto, algo insusal ocurre: la persona, a mitad del trayecto de su casa hacia la labor donde se encuentran los trabajadores, desaparece. Todos lo observan, al mismo tiempo, desde sus respectivas posiciones. Bierce se asegura de que no exista duda sobre lo que acaba de suceder; a la persona ni se lo tragó la tierra, ni fue fulminado por un rayo ni fue abducido por nada ni nadie y tampoco fue desvanecido por un acto de magia. Sucintamente puesto, desapareció sin dejar algún rastro que pudiera iniciar una investigación. Bueno pues eventos como este son los que han estado ocurriendo en tiempos recientes.

No debemos condundir la DHE con la Desaparición Humana Forzada (DHF), la cual ocurre bajo circunstancias explicables y que representa , de hecho, un delito, y que es perpetuada tanto por núcleos de delincuencia organizada como por agencias de gobierno.

Existe otra forma de desaparición: la Desaparición Humana Sistemática (DHS). Dicho proceso supone un esfuerzo de un particular, solo o en conspiración con su familia, para desaparecer socialmente y no lograr ser rastreado, aunque hay algunos gobiernos, como el del Japón, que tienen un programa de asistencia para ayudar a particulares a desaparecer. Este proceso es particularmente útil para personas que han decidido alejarse del mundanal ruido y desean reiniciar su vida en otras condiciones, a veces en otro país, otras en páramos desiertos en sitios remotos del planeta. Hay de todo.

El gobierno de Estados Unidos ofrece otra modalidad que está muy de moda; asociada al aparato de impartición de justicia: el sistema de protección de testigos. Aquí, una persona que ha denunciado algún hecho delictivo importante o que ha participado en un juicio legal en contra de alguna persona u organización en calidad de denunciante o testigo, se adapta al programa de reubicación para no ser localizado y ser víctima de alguna venganza. Se le asigna una identidad nueva y nadie vuelve a saber de él nunca.

Asimismo, hay que mencionar la Desaparación Psicógena (DP). Se logra después de muchos años de entrenamiento y prácticas meditativas. Es común en culturas asociadas con el budismo. El sujeto alcanza un punto en que, inmóvil durante horas -o días- pierde absoluta noción de si mismo. Entonces su Yo desparece por completo y, al regresar del trance, aparece confundido, pues ha perdido toda idea de quién es, de dónde viene o a dónde va. Sus más allegados deben reeducarlo con la intención de que se adapte a su nueva vida, que era la misma que tenía antes, pero él no lo sabe. Es una especie de amnesia autoinducida.

Pero volvamos a la DHE. ¿Qué explicación ofrece la ciencia? No mucha. Empero, parece haber una conexión entre la DHE y algún tipo de fenómeno cuántico. Se especula que la Combustión Humana Espontánea (CHE) podría estar relacionada con la DHE a ese nivel. La CHE ocurre de pronto, sin ningún tipo de catalizador o condiciones específicas, igual que la DHE. El sujeto sencillamente se enciende y se consume en llamas. Investigadores de la Universidad de Miskatonic en Arkham creen que todo esto está ligado a la frecuencia de vibraciones cuánticas; se han medido las vibraciones atómicas de personas en condiciones controladas estableciendo así una correlación entre esta medición y su tendencia a encenderse y a desaparecer. El resultado, aunque no es concluyente, arroja una luz clara hacia un camino de investigación que promete resultados concretos. Otra pregunta que ha preocupado tanto a filósofos como a religiosos y metafísicos es ¿a dónde van las personas víctimas de la DHE? Bajo el mismo camino teórico, la fórmula atómica que compone a cada ser podría reestablecerse en otra parte del universo, incluso en un universo paralelo o una realidad alternativa o, como se ha especulado más recientemente, en un tiempo distinto, tanto pasado como futuro. Aún no se sabe. Pero, de comprobarse esto, tendríamos la certeza de una “vida” después de la muerte. Aunque también se ha planteado que podríamos estar frente a descubrir una especie de teletransportador cuántico, como el de la nave Enterprise, de Star Trek.

Por lo pronto, hay que estar atentos, pues en cualquier momento podríamos desaparecer, sin aviso previo ni razón lógica.

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Adrián Herrera
  • Adrián Herrera
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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