Amigos, militantes y simpatizantes de Morena: superada en lo esencial la fase de la competencia interna, y habiendo sido seleccionada como candidata a la presidencia municipal de la capital de Puebla, por parte de la Comisión Nacional de Elecciones, la compañera Claudia Rivera Vivanco, lo que ahora procede, lo lógico, lo correcto a hacer -como ya la mayoría de los militantes lo ha manifestado con mucha madurez política- estrabajar duro para lograr en lo inmediato la unidad que requiere el partido, es decir, darle vuelta a la página ya leída e iniciar cuanto antes la operación cicatriz, reconociendo que, en efecto, la confrontación interna alcanzó niveles nunca antes vistos.
Todos sabemos que para cerrar una herida se requiere de cierto tiempo y que no es algo sencillo de superar, sobre todo cuando se trata de heridas que se ubican en el área subjetiva de las personas, y cuando, de alguna manera, se continúan alimentando a través de distintos medios, como son la prensa venal y las opiniones fuertemente ideologizadas que los propios compañeros vierten en las redes sociales. El tema no es menor y los adversarios lo trabajan muy bien con profesionales del marketing político, seguros de que desplegando una campaña o un bombardeo intenso para dañar la imagen de alguien-que en este caso es la de Claudia Rivera Vivanco- lo que persiguen en realidad -y en ocasiones lo logran- es dañar el capital político, que es lo más importante que tienen los actores en un proceso electoral. Las bombas de precisión, que arroja la derecha, van en primer lugar en contra de los que menos información poseen, es decir, de aquellos que no están seguros de su propio juicio, y que por lo mismo son proclives a aceptar, con mucha facilidad, las opiniones de quienes consideran son sus líderes o sus dirigentes, independientemente de la condición moral que tengan éstos, y en segundo lugar, aquel bombardeo escoge también, como víctima segura, a la izquierda infantil -como bien la caracterizó Lenin-una izquierda que se mueve más por cuestiones emocionales, esto es, con gritos, sombrerazos, insultos y fantasías, que por reflexión o cálculo racional, que busca dialogar sin perder de vista nunca los principios y objetivos generales del partido.
“Llegar a ser humano es un deber, no consiste en educarnos en la instrucciónbásica ni en el proceso que nos familiariza con los más distinguidos hábitos”
Así pues, en estos días y bajo esa tesitura, observamos que ni Gabriel Biestro (víctima de su propia propaganda negra, porque sus encuestas mandadas a hacer a modo las cree verdad), ni los personajes que están detrás de él, junto con la prensa fifí -como le ha llamado López Obrador- abandonan sus líneas de fuego, sino que por el contrario, parapetados en todo un sistema de mentiras que han montado, siguen tratando de engañar y confundir a los militantes de morena -y de paso a los ciudadanos en general-, sin otorgar absolutamente ninguna concesión a quienes equivocadamente señalan como enemigos y los atacan en nombre de las bases, ignorando que la mayoría de éstas se encuentra por cierto del otro lado de ellos; ni tampoco reconocer los positivos que tiene la administración de Claudia. Su categorización negativa que hacen de ella y de todos los que hemos decidido trabajar con ella es tajante: dicen en sus gigantescas mantas: “son traidores”, “van contra las reglas de la democracia”, “venden candidaturas”, etc. De modo pues que, cegados por el prejuicio ideológico-político, pierden de vista el tema de la unidad, necesaria, como he dicho en otro momento, para que morena pueda ganar por amplio margen (que es nuestro objetivo electoral) al adversario, esto es, al Prianrd.
Bueno sería que, para entender bien este tema de cómo se hipnotiza y cómo se manipula a las masas, se consultara la obra de Gustavo Le Bon, llamada así, Psicología de las masas, en la cual, entre otras cosas, hace ver la diferencia profunda que hay entre una conducta racional, y una puramente emocional; la segunda, dice, corresponde a la masas cuando están en acción, pudiéndose observar que en ésta lo que las guía es la exaltación y la irracionalidad, y que en ella lo mismo participa gente común y corriente que personas supuestamente preparadas-como abogados, digamos- a quienes les da por insultar, denostar o destruir, pero no proponer
Y bien, sin distraernos más de nuestro tema, el hecho de que nosotros ahora estemos llamando a la unidad, una vez más, obedece no a una cargada como se estilaba o se estila todavía en el pri; no porque nosotros tenemos otra cultura política y, por esa razón, con mucha madurez y objetividad, después de un análisis minucioso y objetivo, decidimos formar parte del equipo que apoya a la compañera Claudia Rivera Vivanco, porque hemos visto que, con el sello de Morena, el ayuntamiento que ella encabeza ha vencido resistencias enormes al seno de la burocracia y de los grupos de poder, dentro y fuera del propio ayuntamiento; porque, además, trabaja en el marco de las políticas públicas y de la orientación planteadas en el programa de la 4T, buscando, por tanto, que la población capitalina eleve su nivel de bienestar, con lo cual ha venido demostrando que, en efecto, gobernando con y desde la izquierda de morena, otro ayuntamiento es posible, es decir, un ayuntamiento sin deuda pública, con servicios eficientes, oportunos y modernos; con participación de los ciudadanos para tener un crecimiento ordenado, para cuidar el medio ambiente, fomentar la cultura, la salud, la seguridad, la educación, el deporte, la diversión, etc.
Termino estas líneas reiterando la invitación a todos mis camaradas de la capital poblana,para que, renunciando a la propaganda negra y sin fomentar más las diferencias internas, trabajemos intensamente por la unidad, promovamos el apoyo no sólo a la candidatura de Claudia Rivera Vivanco, sino también a la de todos los candidatos que resulten nominados por nuestro instituto político a las distintas diputaciones (federales y locales), pues por una razón lógica, la única manera que tenemos de frenar a la derecha y a la ultraderecha poblanas es emitiendo Un Voto Masivo por Morena, de otro modo, sin la presidencia municipal y sin el congreso local de nuestro lado, sería difícil y, en algunos casos hasta imposible, consolidar el programa de la 4T.
Abraham Quiroz