Por Alejandra Moreno Toscano
Ilustración: David e Izak Peón
No hace mucho Antonio García de León nos llamó la atención sobre una frase registrada en la Primera Carta de Relación, donde Cortés se refiere al “hecho troyano” de llevar las cosas al límite. De esa manera Cortés no desobedece, se adelanta. Luego formaliza esa acción al fundar una villa y ser electo alcalde. Actuar de esa manera indica que tiene claro que no hay insubordinación que no pueda legalizarse por alguna autoridad electa. Pienso también que no será suficiente con entender esos orígenes institucionales, pues se requiere mantener, con visión de futuro, la imaginación política que permita construir sobre esas raíces renacentistas y precortesianas, límites a esa forma de ejercer la autoridad y construir las nuevas reglas de nuestra circunstancia presente.