Aunque es positivo que se haya culminado el proceso de negociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo que va condicionar las decisiones de las empresas alrededor del acuerdo será el ciclo económico, y para aprovechar mejor sus bondades se necesita una política industrial, afirmó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
“Que se tengan las aprobaciones (del T-MEC) prácticamente ya realizadas, no implica que no habrá una modificación en las estrategias de las empresas, porque hoy lo que las va a condicionar es la situación del ciclo económico; es decir, el comercio internacional de manufacturas va a quedar circunscrito a las decisiones de inversión de las empresas y hoy no están viendo el momento oportuno para invertir”, señaló el director general del IDIC, José Luis de la Cruz.
En videoconferencia, explicó que esto es muy importante para México porque construyó durante las últimas décadas su arquitectura de política económica alrededor del comercio internacional, lo que implicó que claudicara en una verdadera política industrial para favorecer el comercio exterior y pensó que eso se iba a trasladar en mejoras en inversión, mayor valor agregado e innovación, pero no sucedió.
Por tanto, abundó el directivo del IDIC, “ante los cambios en el TLCAN que llevaron al T-MEC, para que México pueda aprovechar esas modificaciones, se tiene que recuperar la esencia de una política industrial que le permita cumplir, por un lado, con los elementos de contenido nacional, evitar la triangulación del este de Asia y cumplir con las nueva modificaciones y normativas que vendrán sobre el mercado laboral”.
A esto se suma que el T-MEC no tendrá un impacto importante en los próximos meses, pues las decisiones de inversión ya están dadas, por lo que sus efectos se comenzarán a ver al cierre de año y más, hasta 2021.
En este contexto, De la Cruz reiteró la urgencia de una política industrial que genere inversión, al ser imperativo para que México salga de la recesión en la que se encuentra, pues esta situación está clara al observar la caída de la actividad económica y del crecimiento del último año, que estima será de menos 0.2 por ciento, “la economía no está estancada, está retrocediendo ”.
Abundó en el hecho de que México está en una recesión por cinco elementos fundamentales: la debilidad estructural de la economía mexicana; la desaceleración industrial no diagnosticada; un cambio en la tendencia de economía política, con una nueva visión del papel de Estado; un entorno externo que está influyendo; así como la ideología que no permita que se logren acuerdos, lo que limita el plan de proyecto que se quiere construir.
Con respecto al impacto positivo que podría tener a construcción del Tren Maya, el director del IDIC considera que la obra se enfocará en la zona sur sureste del país y será relevante para la región, pero si se quiere tener un impacto en el resto del país, será necesario que el proyecto incorpore insumos nacionales, así como el hecho de que de verdad se ejecute en tiempo y forma.
GGA