El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) estimó que el presupuesto para el sector agropecuario que será anunciado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022, será menor al registrado en los recursos que se dieron para el año en curso el cual fue por 20 mil 228 millones de pesos.
Mediante un análisis que realiza el organismo que dirige Juan Carlos Anaya, señaló que la situación de la economía del país se encuentra en una clara desaceleración desde 2018, mucho antes que iniciará la pandemia por covid-19, por lo que atribuyó la desaceleración a las decisiones de la presente administración.
Expuso que en un entorno en donde la economía se encuentra estancada, con presiones inflacionarias, y con unas finanzas públicas debilitadas, se tiene un crecimiento del gasto público de manera acelerada, y de la presión del sistema de pensiones, “nos enfrentamos a un déficit de 1.6 billones de pesos”.
“En un escenario tan complicado qué podemos esperar para el sector agropecuario de México, lo que podemos esperar es, más de lo mismo. Un presupuesto que en términos reales será menor al del año en curso. Ya que el sector agroalimentario y rural, ha dejado de ser una prioridad en la cantidad de gasto público destinado”, afirmó.
Indicó que diversos analistas han mostrado que la relación de mayor presupuesto, no incide de manera directa en el crecimiento del PIB primario y agroalimentario, esto se debe a que gran parte de los recursos que se destinaban a bienes privados, no son la fuente de crecimiento del sector.
“Lo que sí podemos afirmar es que el gasto público generó cambios estructurales en los diversos subsectores. En el caso de granos y oleaginosas, la intervención gubernamental fomentó la integración de productores en organizaciones sofisticadas que aprendieron administrar su riesgo, se logró equilibrar la balanza entre los subsidios que reciben los productores de EU y otros países”, resaltó.
Expuso que en el caso del sector hortofrutícola, el presupuesto destinado a sanidad e inocuidad, eliminó o controló enfermedades que afectaban el potencial productivo de muchos cultivos, en el sector pecuario por su parte, también ha sido uno de los grandes beneficiarios de las inversiones en sanidad e inocuidad, ya que le permitió erradicar ciertas enfermedades y garantizar la salud de los consumidores.
Por último resaltó que las exportaciones de México ganaron competitividad con las inversiones en infraestructura carretera, de caminos rurales, portuarios, y aeropuertos que conectaron cada vez más con el mundo. “En resumen la inversión en bienes públicos ha sido el gasto que más impacto ha tenido en el correcto desarrollo del sector”.
“El cambio de políticas públicas a partir de 2018, generó un recorte en el presupuesto de la Secretaría de Agricultura de más del 50 por ciento de los recursos, y la concentración de más de 70 por ciento del gasto en los proyectos presidenciales”, refirió.
Sostuvo que el ejercicio de la función pública, es el arte de ejecutar el gasto público donde tiene mayor rentabilidad social y económica, y que en la coyuntura actual, se cree que es importante reflexionar sobre donde es más efectivo el poco recurso que habrá para el desarrollo agroalimentario y rural para los siguientes años.
srgs