La crisis de la actividad manufacturera en América Latina se agudizará con la pandemia de covid-19 debido a la contracción de las principales economías industriales de la región, estimaron especialistas del Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial.
Fernando Santiago, director para ONU para el Desarrollo Industrial, y Fernando Vargas, del BID realizaron un análisis del impacto del covid-19 en las economías de la región.
“Las medidas de confinamiento y de distanciamiento social, combinadas con el paro de la actividad económica han interrumpido el comercio y la inversión, además de que el cierre de numerosos negocios que en condiciones normales serían perfectamente viables, amenaza con elevar los niveles de desempleo en toda la región”, comunicaron en su estudio.
México y Brasil, las dos mayores economías de la región, se encaminan hacia la peor crisis económica de su historia reciente. En el caso de México, la contracción del PIB alcanzaría hasta -8,8 por ciento en 2020, de acuerdo con estimaciones del Banco de México.
En México, la producción manufacturera a marzo de 2020 indica una contracción del 6.4 para México, comparado con el mismo periodo del año anterior y las industrias con mayor afectación son las relacionadas con vehículos automotores, productos del cuero, vestido y confección, otros minerales no metálicos y textiles. La expectativa es que los indicadores continúen a la baja.
Los especialistas advirtieron que la caída en la productividad de las empresas es alarmante debido a la destrucción de empleo y consecuente desmantelamiento de equipos de trabajo intra y entre empresas, cuyo conocimiento productivo adquirido mediante años de operación será muy difícil de reconstruir.
Asimismo, consideraron que la competitividad podría verse afectada por los mayores costos de operación asociados a estrictos protocolos de bioseguridad requeridos para que las empresas manufactureras retomen sus operaciones en la región
Ante la incertidumbre en torno a la recuperación de la demanda global, recomendaron fomentar la demanda interna y que los estados pueden incentivar el desarrollo de productos o modelos de negocio nuevos para el mercado, vía Compras Públicas de Innovación.
srgs