Aunque el consumo de alimentos enlatados o conservas representa una buena opción para millones de familias por su rápida preparación y precio accesible, persiste el problema del alto contenido de sodio, el cual tiene efectos negativos en la salud si el consumo supera los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS recomienda que el consumo diario de sal no exceda los 5 gramos o 2 mil miligramos tanto para adultos como para niños. Pero actualmente la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) tiene una lista de 80 principales productos, como frijoles refritos, ensaladas de verduras, mayonesas, salsas cátsup y chiles preparados, entre ellos, varios productos de La Costeña.
La productora de conservas y otros alimentos envasados incumple, además, con el etiquetado que debe advertir del “exceso de sodio” en sus productos cuando rebasan los 350 miligramos de sodio por cada 100 gramos, establecido en la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA-2010, cuya revisión está en proceso por parte de las autoridades de salud.
Conforme al último monitoreo de la Profeco, la mayonesa producida por La Costeña encabeza la lista con 766 miligramos de sodio por cada 100 gramos del producto.
A este producto, le sigue McCormick, con 616 miligramos y Heinz, con 599 miligramos.
En cuanto a la salsa de tomate cátsup, La Costeña tuvo mil 202 miligramos, que representa 68 por ciento del sodio total diario recomendado, Heinz mil 20 miligramos, Clemente Jacques mil miligramos y Del Monte 876 miligramos.
Otro ejemplo son los frijoles refritos y bayos de La Costeña que, en envase de 580 gramos, contienen 420 miligramos de sodio por cada 100 gramos del producto, lo que los clasifica con exceso según la NOM-051 y que, de acuerdo con El Poder del Consumidor, cada porción cubre 24 por ciento de sodio recomendado diario para un niño o adulto.
En la misma medición aparecen también La Sierra e Isadora, con 336 y 357 miligramos de sodio por cada cien gramos de contenido.
En chiles enlatados, ingrediente básico en la gastronomía mexicana, la Profeco sugiere no consumir una cantidad mayor diaria de 30 gramos, que representa hasta 618 miligramos de sodio, lo que equivale al 30.9 por ciento de la ingesta recomendada por la OMS.
La mejor opción la encabeza la marca Clemente Jacques con un contenido de sodio de 161 miligramos por cada 100 gramos del producto.
A ésta, le sigue La Costeña con mil 170 gramos del mineral, La Morena con mil 550 miligramos, San Marcos mil 921 miligramos y Golden Hills con hasta 2 mil 62 por cada porción, de ahí la necesidad del consumidor de revisar detalladamente el etiquetado para comprar la mejor opción.
Un elemento importante que destaca El Poder del Consumidor son los esquites de La Costeña de 400 gramos, que carecen de sello de advertencia debido a que en su etiquetado reportan 346 miligramos de sodio por cada 100 gramos del producto, cuando la NOM-051 se aplica a partir de los 350 miligramos.
Sin embargo, el detalle está en que una persona no sólo ingiere 100 gramos de ese alimento, sino una cantidad mayor, alrededor de 250 gramos, equivalente a un plato, con lo que la cantidad de sodio que consume es de 692 miligramos, más de una cuarta parte del límite recomendado.
El consumo de productos que exceden estos límites puede provocar graves afecciones como hipertensión arterial, retención de líquidos, obesidad, problemas renales, osteoporosis, úlceras y acidez estomacal, entre otros que al año causan decenas de miles de fallecimientos en edad temprana.
Atención al etiquetado
La doctora Lorena Patricia Mora Flores, profesora de Ciencias de la Universidad Panamericana, señaló que, en cuestión de inocuidad, los alimentos enlatados o en conserva no representan ningún riesgo a la salud debido a que en su envase final se sigue un escrupuloso proceso térmico hermético que elimina toda clase de bacterias, además de que existe la NOM-130-SSA-1995 relativa a cumplir con estrictos estándares de calidad y seguridad en los alimentos envasados.
“Lo que es recomendable para todos aquellos preocupados por disminuir el consumo de sodio es analizar con detalle el etiquetado relativo a la NOM-051-SSA para conocer el contenido de ese mineral y el nivel proteínico de la masa drenada que debe oscilar entre 6 y 8 gramos por cada 100 gramos”, dijo.
En entrevista con MILENIO, la investigadora y catedrática subrayó que hablar de calidad en marcas es complejo porque cada empresa decide, según el producto que oferta, la cantidad de sodio o aditivo necesario para conservar o hacer estable el alimento sin que se acumule grasa en el interior.
“En lo que se refiere al sodio, no se puede eliminar por completo debido a que actúa como conservador, pero sí se puede disminuir en contenido. Lo que ocurre también es que en México se enfrenta un problema de educación en que desde pequeños se nos acostumbró a incluir sal excesiva en los alimentos, lo que igual sucede con el azúcar, y ese es un punto que la industria tiene en consideración en sus tablas de ventas”.
Expuso que muchas empresas tienen compromiso con disminuir los contenidos de sodio, pero otras no porque, aunque se les impone la leyenda “exceso de sodio”, continúan vendiendo e incluso para ciertas conservas o enlatados lo único que resta al consumidor es optar por el producto con menos contenido de sodio, aunque sea una diferencia mínima.
“La NOM-051 advierte del riesgo en el consumo de cantidades elevadas de sodio, pero no establece un parámetro máximo, lo que impide sanciones; lo que sí es objeto de multas es que la empresa no cumpla con lo que se exhibe en el etiquetado en cuestión nutricional o grasas trans, por lo que muchos expertos consideran necesaria la revisión de la Ley de Salud para una mejor protección de los consumidores”, subrayó.
Mora Flores destacó que, aunque hay una revisión de la NOM-051 en cuanto a información nutricional, hasta el momento no se toca el tema de cantidades máximas de sodio, no obstante que se ha comprobado que es un mineral altamente nocivo para la salud si el consumo rebasa los 2 mil miligramos diarios “y por eso es importante que el consumidor de enlatados y conservas sea altamente meticuloso en la revisión del etiquetado para optar por el producto que contenga menores cantidades de sodio, colorantes o endulzantes”.

MRA