Ingenieros químicos mexicanos le proponen al gobierno federal la instalación de dos nuevas plantas en la Cuenca de Burgos, al norte de Tamaulipas, a fin de aprovechar los hidrocarburos y proporcionar materia prima para los complejos como Altamira y reducir los costos de importación registrados en la actualidad.
Juan de Dios Mastachi Pérez, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos (IMIQ), mencionó que esto reforzará a los tres complejos conocidos como modulares, con un tamaño medio. La zona cuenta con contratos entregados a particulares por la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
“La ventaja de Burgos es contar con plantas modulares, las cuales no son muy grandes, son pequeñas o medianas. Actualmente se cuenta con tres y en toda el área, de acuerdo a como se vaya incrementado la producción en los pozos, le da opción a construir dos plantas más del mismo tipo y que estamos proponiendo al gobierno federal”, explicó.
Capital público y hasta privado
Al acudir a Tampico, el representante del sector apuntó que esta infraestructura se puede consolidar con inversión pública, sin embargo, abre la posibilidad de contar con capital privado a través de financiamiento o préstamos, donde los empresarios puedan recuperarlo. A esto, mencionó las utilidades de los recursos.
“Lo que se recupera en esa región son líquidos para convertir en materia prima, la mayor parte es gas LP, propano utilizado para el propileno y polipropileno, útil para las plantas en Altamira quienes actualmente lo importan de otros países. Con esto bajan sus costos pues lo tendrán en casa y sin necesidad de tanta transportación”, explicó Mastachi Pérez.
Compañías como Servicios Múltiples de Burgos, Pantera Exploración y Producción, Newpek e Iberoamericana de Hidrocarburos (ISHA), ganaron licitaciones para áreas en esta región petrolera, más las asignaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex).
