Los directores ejecutivos de dos de los principales bancos de inversión de Wall Street están en desacuerdo sobre qué tanto más tendrá que subir las tasas la Reserva Federal de Estados Unidos para controlar la inflación.
En entrevistas por separado, Jamie Dimon, de JP Morgan, y James Gorman, de Morgan Stanley, expusieron opiniones distintas sobre la persistencia de las presiones sobre los precios en Estados Unidos y sobre lo que debe hacer la Fed después de su campaña de endurecimiento más agresiva desde principios de la década de 1980.
Dimon adoptó una postura más dura y dijo que la Reserva Federal de EU tendrá que elevar su tasa de referencia por encima de 5 por ciento a la luz de la inflación, que, de acuerdo con el director, será más persistente de lo esperado.
“De hecho, creo que las tasas probablemente suban por encima de 5 por ciento porque creo que hay mucha inflación subyacente, que no desaparecerá tan rápido”, dijo el directo de JP Morgan a CNBC en el contexto del Foro Económico Mundial, que se lleva a cabo en Davos, Suiza.
En declaraciones por separado la semana pasada, Jamie Dimon dijo que la tasa de los fondos federales puede incluso tener que subir a 6 por ciento. Su preocupación es que algunos de los factores que contribuyeron a reducir la inflación recientemente, como el que bajaran los precios de la energía y la desaceleración del crecimiento en China debido a los confinamientos por el covid-19, pueden ser temporales.
Por el contrario, Gorman declaró a CNBC que la inflación “claramente” había alcanzado su punto máximo y que sería “sorprendente” que las tasas alcanzaran 6 por ciento. Predijo un escenario en el que la Reserva Federal sube las tasas 25 puntos base en sus dos siguientes reuniones, y luego hace una pausa para evaluar el impacto sobre la economía de una política monetaria más restrictiva.
“He disfrutado del cuatro, cuatro y cuatro —cerca de 4 por ciento de desempleo, 4 por ciento de inflación y tasas de interés de 4 por ciento”—, señaló James Gorman.
“Las tasas serán un poco más altas. El empleo en este momento es un poco más bajo y la inflación ha sido más alta. Pero si entramos en esa zona, podemos afrontarlo. Ese será un momento adecuado para hacer una pausa”, agregó el director del banco Morgan Stanley.
Sus comentarios se producen en un momento en que la Reserva Federal se prepara para desacelerar de nuevo el ritmo de sus aumentos de los tipos de interés y ofrecer un incremento de las tasas de un cuarto de punto el 1 de febrero, después de sus próximas reuniones de dos días. Ese tipo de medida elevará la tasa de los fondos federales a un nuevo rango objetivo de entre 4.5 y 4.75 por ciento.
Pero a pesar de la desaceleración, que marcará un cambio respecto a los movimientos de medio punto y 0.75 puntos porcentuales que la Reserva Federal de Estado Unidos empleó el año pasado, los funcionarios subrayan que el banco central todavía no termina con sus planes de endurecimiento monetario, incluso a medida que la actividad económica de la Unión Americana se desacelera de una manera más notable y las presiones inflacionarias disminuyen.
La mayoría de los responsables de la formulación de políticas siguen apoyando que la tasa de interés oficial supere 5 por ciento, respaldando las proyecciones publicadas en diciembre, en las que que mostraba que la media estimada para la tasa de los fondos federales alcanzaba un máximo entre 5 y 5.25 por ciento este año.
Ningún funcionario ha apoyado recortes de tipos en 2023, en un marcado contraste con los precios de mercado, que muestran que los operadores esperan cerca de medio punto porcentual a finales de año.
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