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OCDE: gigantes digitales, base para reestructurar impuestos

FINANCIAL TIMES

Plan global. El organismo busca revocar un siglo de normas que permitieron desplazar las utilidades alrededor del mundo para minimizar sus obligaciones.

La OCDE propuso una reestructuración global de los impuestos corporativos, revocando un siglo de normas que permitieron a grupos digitales como Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google desplazar las utilidades alrededor del mundo para minimizar sus facturas de impuestos.

Las propuestas, que se dieron a conocer el miércoles después de meses de negociaciones tras bambalinas, tienen como objetivo extraer más impuestos corporativos de las grandes multinacionales, ya sean digitales o propietarias de marcas muy rentables, como los fabricantes de bienes de lujo o las compañías automotrices globales.

Los ganadores serían los países grandes como EU, China, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y economías en desarrollo. Estos verían un aumento en sus derechos a recaudar impuestos sobre los ingresos corporativos que se obtienen de las ventas en sus territorios, mientras que los que perderían serían las propias empresas, los paraísos fiscales y las jurisdicciones de bajos impuestos como Irlanda.

El objetivo, dijo la OCDE, es crear un sistema de impuestos corporativos internacional nuevo y “estable” porque “las reglas actuales que datan de la década de 1920 ya no son suficientes para garantizar una asignación equitativa de los derechos fiscales en un mundo cada vez más globalizado”.

La OCDE tuvo indicios durante el verano de que sus propuestas probablemente ganarían el apoyo de las principales economías mundiales y esto, espera la organización, convencerá a los países a no seguir una ruta unilateral con impuestos nacionales a las ventas digitales, como el propuesto por Francia y el Reino Unido, lo que exacerbaría aún más las tensiones comerciales mundiales.

La organización internacional con sede en París busca un acuerdo de principio del G20 para finales de enero para poder elaborar reglas detalladas.

El principal problema que buscó abordar fue que las multinacionales, ya fueran gigantes digitales o propietarias de marcas intangibles muy rentables, podían trasladar las utilidades a jurisdicciones de bajos impuestos, dejando pocos ingresos de impuestos corporativos para que pudieran recaudar las grandes economías a pesar de que la mayor parte de su actividad comercial se realiza en estas economías.

Se propuso romper un tabú en los impuestos internacionales corporativos de que los países solamente tienen derecho a gravar las actividades de las empresas que tienen presencia física en su territorio.

En su lugar, la OCDE propuso que los países deberían tener el derecho de gravar una proporción de las utilidades globales de las multinacionales altamente rentables donde sea que estas se hayan trasladado alrededor del mundo.

Por ejemplo, le permitiría a Francia gravar un elemento de las ventas de Google a los anunciantes franceses y a EU tener mayores derechos fiscales sobre las utilidades atribuibles a las marcas de lujo de la compañía francesa LVMH relacionadas con las ventas en Estados Unidos.

Las economías emergentes y en desarrollo obtendrían derechos fiscales sobre estas compañías por primera vez porque, aunque las multinacionales venden y comercializan productos ampliamente en sus jurisdicciones, a menudo no tienen presencia física.

“En una era digital, la asignación de los derechos fiscales ya no se puede circunscribir exclusivamente por referencia a la presencia física”, dijo la OCDE en un documento de consulta que se publicó el miércoles.

La propuesta otorgaría a los países dos nuevos derechos fiscales. Primero, para las empresas orientadas al consumidor y los negocios digitales, permitirían a los países gravar una proporción de las utilidades globales de las grandes multinacionales, poniendo fin a la capacidad de trasladar las utilidades para escapar de los impuestos.

La OCDE hace una consulta sobre lo que se consideraría una “utilidad residual” que estaría abierta a esta forma de impuestos, pero la base impositiva sería las ventas del grupo global en cualquier país.

En segundo lugar, para las economías emergentes donde las multinacionales venden pero no tienen presencia, también habría un derecho a gravar las actividades de distribución de productos sobre el supuesto de una tasa de rendimiento fija y razonable.

Los países y las grandes multinacionales afectadas deberían tener acceso a “mecanismos de resolución y prevención de disputas legalmente vinculantes y efectivos”, propuso la OCDE.

Se prevé que vendrán grandes peleas internacionales sobre los parámetros exactos de las nuevas reglas, que tendrían límites para el tamaño y la rentabilidad antes de que las empresas se enfrenten a estas nuevas reglas, pero los funcionarios en París dijeron que ahora surge un consenso a favor del enfoque.

Formuló las propuestas como respuesta a EU, Europa y las economías emergentes que buscan promover tres soluciones incompatibles y contradictorias al mismo problema.

El truco para asegurar el acuerdo marco era asegurar que las economías más poderosas del mundo ganarían, de modo que estarían dispuestas a renunciar a sus soluciones propuestas, mientras que los perdedores serían los dueños de las grandes multinacionales y los paraísos fiscales.

Un funcionario del Ministerio de Hacienda de Francia dijo el miércoles que la propuesta de la OCDE “es una base prometedora para seguir trabajando. Los principios y el enfoque unificado siguen el enfoque que decidimos con los ministros del G7 en julio pasado en Chantilly”.

El funcionario agregó: “Tendremos una discusión sobre esta base la próxima semana en el G20 en Washington DC. Me gustaría que este debate brinde la orientación política necesaria para lograr un acuerdo sobre impuestos internacionales en 2020. Por supuesto, tendremos que analizar los detalles de esta propuesta para asegurarnos de que aborda los retos que plantea la digitalización de la economía”.

En un comunicado, Amazon dijo que acoge con satisfacción la publicación de las propuestas de la OCDE como “un importante paso adelante”.

“Continuamos apoyando la labor de la OCDE y aportando una contribución activa a ella, con miras a lograr una solución común para la tributación de una economía internacional en constante cambio”, dijo Amazon. “Lograr un amplio consenso internacional es fundamental para limitar el riesgo de doble imposición y medidas unilaterales con efectos de distorsión, mientras al mismo tiempo se crea un entorno propicio para el crecimiento del comercio mundial, que es esencial para millones de personas clientes y empresa que Amazon acompaña en todo el mundo”.

CLAVES

COMPENSAN

El plan incluye que se reasignen algunos beneficios y derechos fiscales a los países donde los gigantes tienen su mercado.

DEBATE EN G20

Las sugerencias se presentarán en una reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20.

MRA​

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