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Empresas multinacionales asumen compromisos de sustentabilidad

FT MERCADOS

Las grandes empresas deben darse cuenta de que no alcanzarán los objetivos ambientales y sociales sin el apoyo de las PyMes.

Cuando Walmart se comprometió a reducir a cero sus emisiones de gas de efecto invernadero y la Business Roundtable de Washington respaldó recientemente el precio al carbono, algunos elogiaron las noticias como evidencia de un cambio profundo en la actitud del sector corporativo sobre el cambio climático. 

No precisamente. Si hay ese tipo de transformación, ocurre principalmente en las salas de juntas de las compañías más grandes del mundo. Y eso plantea un reto para los que presionan más fuerte a las empresas con la esperanza de crear una forma más sustentable de capitalismo. 

Para la mayoría de los activistas de las grandes empresas desde hace mucho tiempo eran conocidos con un sinónimo de fechorías corporativas, al igual que los políticos utilizan la palabra de pequeñas empresas como clave para el espíritu emprendedor saludable. 

El gran tamaño de una empresa en sí mismo es un problema cuando conduce a un comportamiento monopolista, y las preocupaciones antimonopolio que hay actualmente reflejan cómo décadas de consolidación concentraron el poder en las corporaciones más grandes. 

En Estados Unidos, esto se expresó de forma más clara en la carta de 2019 de la Business Roundtable, en la que la voz de las grandes empresas de Washington se comprometió a atender a todas las partes interesadas, no solo a los accionistas. Pero el mismo impulso se puede ver en las grandes compañías de petróleo, como el empuje de BP hacia la energía renovable, o las grandes compañías tabacaleras como Philip Morris International que abraza un futuro libre de humo. 

Muchos externos todavía sospechan que ese tipo de medidas son superficiales, pero los incentivos para respaldar las palabras con acciones están creciendo, desde el aumento de los fondos ambientales, sociales y de gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) hasta el ascenso de una economía intangible en la que ningún director ejecutivo puede descuidar el valor de marca. 

Si te preguntas cómo podría coincidir el ascenso de ESG con quitarle los colmillos a la Agencia de Protección Ambiental de EU, por ejemplo, las compañías más grandes no son los principales villanos.

Empresas como ExxonMobil argumentaron en contra de flexibilizar las reglas de emisiones de metano, mientras que la agenda de desregulación fue impulsada por empresas de segundo nivel. 

Muchas de ellas también están felices de permitir que las asociaciones comerciales que financian hagan el trabajo sucio político que va en contra de sus posturas públicas de ser más ecológicas. Ahora, sin embargo, la brecha entre ese tipo de cabildeo y sus relaciones públicas se ha vuelto insostenible para algunos. 

La diferencia entre la retórica y la realidad en las grandes empresas sigue siendo demasiado amplia. Pero incluso el cambio retórico es importante para permitir que los inversores y activistas hagan que los directores ejecutivos rindan cuentas. 

El Dato...

1,000 empresas

Multinacionales asumieron compromisos de sustentabilidad, pero pocas alinearon a sus proveedores con esos objetivos

Muchas empresas más pequeñas tienen razones comprensibles para no abrazar la agenda de sustentabilidad: los objetivos de desarrollo sustentable y las métricas ESG pueden ser costosos y complejos de navegar, señala Andrew Wilson, observador de la Cámara de Comercio Internacional ante la Naciones Unidas. 

Los activistas a favor de un modelo de capitalismo más sustentable deberían prestar más atención en los temas sobre los que las compañías cabildean sigilosamente, que a lo que publican en sus comunicados de prensa. Pero también deben centrarse en cambiar el comportamiento entre las medianas empresas. 

Si lo hacen, encontrarán a algunos de sus aliados más motivados en las altas esferas del mundo empresarial. Casi mil multinacionales asumieron compromisos en línea con el acuerdo de París, señala Wilson, pero pocas alinearon a sus proveedores con esos objetivos. 

Las empresas más grandes están bajo una presión cada vez mayor para asumir la responsabilidad del comportamiento de sus proveedores, señala Alison Taylor, directora ejecutiva del centro de sistemas éticos de NYU Stern. Según se observó, las pequeñas empresas que adoptan programas de sustentabilidad, normalmente lo hacen como resultado de la presión de los grandes clientes corporativos en el mundo como Apple o GSK. 

Los jefes de las grandes empresas que hablan en serio acerca de sus objetivos ambientales y sociales deben darse cuenta de que no los alcanzarán sin el apoyo de empresas que están fuera de sus círculos de élite. 

Y los críticos más duros de las grandes compañías deberían considerar que, en su propia búsqueda de esos objetivos, las grandes empresas posiblemente no sean el mayor problema.


srgs

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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Notivox Diario.

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