Frente a la crisis de semiconductores que enfrenta el mundo, México empieza a estar en el radar de los más importantes fabricantes, ya que se constituye como un mercado atractivo para las inversiones de empresas extranjeras que deseen hacer microprocesadores, es ahí donde la crisis puede convertirse en una oportunidad, consideró Giovanni D’Agostino, presidente en México y director regional para América Latina de Newmark.
Mencionó que esto aun y cuando se sabe que la instalación de una planta de producción de chips puede requerir de hasta tres años para su funcionamiento, “México se constituye en un mercado atractivo, y perfilarse como un nearshoring, que beneficiaría ampliamente al país, se traduciría en generación de empleos, reactivación de la economía, inversión en equipos, infraestructura y propiedades inmobiliarias”, añadió el especialista.
En el comercio internacional, el concepto de nearshoring se refiere a la estrategia de negocios que permite a las empresas acercar los centros de producción a sus mercados de consumo, con el objetivo de generar beneficios en materia logística y de transporte.
El directivo destacó las características que hacen de México un mercado atractivo para el Nearshoring: es el país más cercano a Estados Unidos y Canadá, cuenta con una localización geográfica estratégica para países europeos y el resto de Latinoamérica, además, posee una industria consolidada con mano de obra capacitada en todos los niveles, tiene relaciones estrechas con gran número de empresas matrices, ofrece tiempos de traslado reducidos y, por ende, entregas más rápidas.
Considerando también que cuenta con una red de 13 Tratados de libre comercio con 50 países (TLC) y 32 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRI) con 33 países, entre otros, y participa activamente en organismos y foros multilaterales y regionales como la OMC, el APEC, la OCDE y la ALADI.
El directivo refirió un análisis elaborado por Erick Brunet, director de transacciones de Servicios Corporativos Globales (GCS) de Newmark Latinoamérica, donde indica que esta situación ha impactado negativamente industrias como la automotriz, celular, electrónica de videojuegos, electrodomésticos y más.
Las consecuencias de esta crisis son múltiples y muy variadas: paralizaciones de producción y pérdidas multimillonarias.
De acuerdo con la consultora AlixPartner, empresa especializada en el sector, los fabricantes de automóviles dejarán de ganar 210 mil millones de dólares este año por la falta de chips y dejarán de producir 7.7 millones de automóviles menos de los que se habían previsto.
Adicional a lo anterior, la crisis de semiconductores también ha traído un encarecimiento de productos, retraso en la disponibilidad artículos y abastecimientos limitados.