La repercusión de la emergencia de salud causada por el covid-19, provocó en desarrollos comerciales del sur de Tamaulipas una desocupación de un 40 por ciento de sus locales, mismos que se encontraban ocupados por completo antes de la situación registrada desde mediados de marzo pasado, reporta la Asociación Mexicana de Profesionistas Inmobiliarios (AMPI).
Emilio Rojas Cobián, consejero nacional del organismo, explicó que la situación se agrava no sólo para quien invierte en alguno de los establecimientos, entre ellos del giro gastronómico, sino también para los propietarios de la infraestructura pues al no generarse ese el flujo de dinero, pierde el retorno del capital previamente aplicado en esta actividad.
“Hay plazas comerciales las cuales ante el cierre obligado por la pandemia y tras muchos meses sin operar, registran una desocupación del 40 por ciento, muchas eran desarrollos comerciales llenos en su totalidad antes de la emergencia. El resto se encuentran en un proceso de acomodo, cómo van a ofrecer sus productos”, explicó.
Uno de los casos más notorios se presenta en los restaurantes. Al considerarse giros esenciales por la autoridad de salud federal y estatal, existen empresarios con la visión de reconfigurar su modelo de negocio, donde sus planes son la reducción de espacios de atención a clientes, como al mismo tiempo ampliar su cocina.
“Esta pandemia nos llegó y tenemos que reinventarnos, usar más las plataformas digitales, incluso inmuebles como los restaurantes que tenían un porcentaje para atender clientes y cocina, ahora deben reconfigurar sus espacios para apostarle más al reparto de platillos y atender menos gente en ese lugar”, añadió Rojas Cobián.
Cabe señalar que desde principios de abril, los giros considerados no esenciales por el Consejo Nacional de Salubridad y el Consejo Técnico de Salud de Tamaulipas bajaron sus cortinas, incluidas las plazas. De forma gradual algunos reanudaron operaciones en julio, aunque con restricciones como un horario limitado de atención y suspensión obligadas de operaciones los fines de semana.
Llama a lograr acuerdos
La afectación no sólo repercute en el emprendedor. Los dueños de desarrollos comerciales se involucran también en el impacto pues la ganancia por la inversión a estos espacios se interrumpe. Por ello, la AMPI pide tener acuerdos para no causar más daño económico.
“Hay que buscar una balanza para ver los riesgos del arrendatario y arrendador; con esto, juntos logren una solución en esta problemática porque si lo hacen separado va a ser más difícil. A los inversionistas les pedimos medir ese riesgo, conocer las necesidades del inquilino y del negocio para reacomodar los espacios”, puntualizó el consejero nacional.
gins