Perú rechazó las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien dijo en sus redes sociales que el ex presidente peruano Pedro Castillo está “injustamente encarcelado” y su caso es “un grave precedente de persecución política y discriminación en nuestra región”.
Sheinbaum Pardo publicó un mensaje y una fotografía junto al argentino Guido Croxatto, uno de los abogados del ex presidente Castillo. Añadió "en nombre de México, expreso mi más profunda solidaridad con él" y su familia. México brindó asilo a la esposa y los dos hijos de Castillo.
Sheibaum comentó que la “Organización de las Naciones Unidas debe actuar con decisión para garantizar el respeto a los derechos humanos y la justicia. La libertad de Pedro Castillo es también la defensa de la democracia y de la dignidad de nuestros pueblos”.
No es la primera vez que la mandataria mexicana opina sobre Castillo.
Recibí en Palacio Nacional a Guido Croxatto, abogado del presidente Pedro Castillo, injustamente encarcelado en el Perú. En nombre de México, expreso mi más profunda solidaridad con él y su familia, porque sabemos que su situación no sólo es un caso personal, sino un grave… pic.twitter.com/0pAkHUQUaL
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) August 30, 2025
A inicios de año la presidenta mexicana dijo en su conferencia de prensa matutina que considera una "injusticia" la detención de Castillo. Perú respondió entonces indicando que el respaldo de Sheinbaum muestra “un marcado irrespeto por el estado de derecho y el principio de no intervención”.
Castillo no es perseguido político: Cancillería de Perú
El Ministerio de Relaciones Exteriores peruano rechazó las declaraciones acerca del ex presidente Castillo, que señalan su encarcelamiento y aseguraron que él no es un perseguido político.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú repudia esta posición ideologizada, que contradice los principios básicos del derecho internacional, en particular el respeto a la soberanía y el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados”, agregaron en un comunicado compartido vía redes sociales.
La Cancillería remarcó que no es un perseguido político sino que “cometió el flagrante quiebre del orden constitucional”.
“Las declaraciones violan flagrantemente los principios consagrados en la Carta de la Organización de Estados Americanos y reflejan su desconocimiento total de la realidad peruana, de su Constitución y de su ordenamiento jurídico”, aseguraron.
Además, señalaron que su situación jurídica obedece a decisiones enmarcadas en el Estado de derecho, “con pleno respeto al debido proceso y a las garantías consagradas en la Constitución Política del Perú”.
????Comunicado Oficial 036-25: La Cancillería rechaza declaraciones de la presidenta de México que desconoce el golpe de Estado fallido de Pedro Castillo.
— Cancillería Perú???????? (@CancilleriaPeru) August 30, 2025
????https://t.co/XSiSbwkdkJ pic.twitter.com/LlkkbNZXQy
¿De qué se acusa al ex presidente?
El 7 de diciembre de 2022 el entonces presidente Castillo intentó disolver el Parlamento peruano, pero el legislativo lo destituyó y su entonces vicepresidenta Dina Boluarte asumió el poder. Hubo tres meses de protestas en la nación que exigían la renuncia de Boluarte y del Parlamento, pero las fuerzas de seguridad reprimieron con violencia las manifestaciones las cuales dejaron 50 civiles asesinados.
Boluarte, quien prometió renunciar en caso Castillo sea destituido, gobierna con el respaldo de grupos legislativos claves que han impedido varios pedidos de destitución impulsados por una minoritaria oposición. Es la presidenta menos popular en Perú en 40 años, según todas las encuestas.
Castillo —cuya gestión empezó en 2021 y estuvo marcada por varios escándalos de corrupción— fue detenido y condenado a tres años de prisión preventiva mientras asiste a un juicio por el presunto delito de rebelión. También es investigado por varios casos de corrupción.
Las relaciones diplomáticas con México se deterioraron al punto que en febrero de 2023 el entonces presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador llamó “presidenta espuria” a Dina Boluarte. Perú y México rebajaron sus relaciones al nivel de encargado de negocios.
LG / MD