La sombra de la polémica cubre el legado de los pontífices más jóvenes de la historia. Nacido entre el 930 y el 937 en la cuna de la nobleza italiana, Juan XII no sólo es considerado el líder más joven de la Iglesia católica romana sino también, uno de los más controvertidos.
Aunque no hay consenso sobre la edad, se cree que tenía apenas 18 años cuando su padre, el duque Alberico II —entonces gobernante de Roma—, lo designó como papa, obligando a nobles y clérigos a seguir sus designios antes de morir.
Su ascenso se dio a principios del siglo X, un período marcado por las tensiones en toda Europa. En aquel entonces, cuando aún no existía el cónclave o el Vaticano como Estado, el cargo de Papa podía ser asignado por sus predecesores, mediante una orden militar o intervención real.
Historia y legado de Juan XII: ¿quién fue el Papa más joven de la historia?
Se dice que la primera pista sobre cómo liderará un Papa tras ser elegido se encuentra en el nombre que adoptan. El joven pontífice fue de los primeros en cambiar el suyo: bautizado como Octavio, al asumir su cargo, se hizo llamar Juan XII. Hoy en día, su nombre se asocia con dos figuras clave del cristianismo: San Juan Apóstol, uno de los doce discípulos de Jesús y autor de uno de los Evangelios, y San Juan Bautista, el profeta que bautizó a Jesús.
Sin embargo, los pasos seguidos por el muchacho, con poca experiencia en el ámbito religioso, rompieron con cualquiera de estos referentes.

No pasó mucho tiempo para que su inexperiencia se hiciera evidente a través de su tambaleante poder. Sus conflictos con los lombardos del sur, un pueblo germánico que se oponía a Roma, le obligaron a renunciar a los derechos del papado sobre una de las ciudades de Italia.
En un intento de afianzar su autoridad buscó una alianza política: el 2 de febrero de 962 ofició la coronación del rey Otón I el Grande y su esposa, Adelaida, otorgándoles el título de emperador y emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico.
Sin embargo, la relación entre el papa y el emperador pronto se fracturó. Otón promulgó el Privilegium Ottonianum, un documento que exigía a Juan jurar obediencia al emperador, lo que el papa consideró un atentado contra su mando. Indignado, Juan XII se rebeló. Otón no se quedó con los brazos cruzados.
En noviembre de 963, el emperador convocó un concilio en la basílica de San Pedro, y poco después, en diciembre, el papa fue depuesto, acusado de conspiración y de conducta deshonrosa.
El datoDescendiente de una controvertida familia
El turbio pasado de la familia de Octavio hace difícil establecer su año de nacimiento. Aunque se señala que su madre fue Alda Vinne, hijo del rey Hugo de Italia, se cree que pudo haber sido producto de un concubinato.
El joven estaba emparentado con los condes de Túsculo, una familia poderosa que influyó en el papado durante la Edad Media.
Para ese entonces, y según el libro The Bad Popes, de E.R. Chamberlin, ya circulaban los rumores de 'conducta indigna' por parte del heredero del trono de San Pedro. Liutprando de Cremona, historiador de los lombardos y obispo de Cremona, lo acusó de vender cargos eclesiásticos, participar en orgías, tener múltiples amantes, llevar una vida de lujos y realizar actos paganos en espacio sacro.
El desprecio por las normas eclesiásticas por parte del joven papa no se quedó ahí: también se le acusó de haber realizando cacerías públicas, sobornos y hasta un asesinato. De ahí que se le señalara de haber convertido al Palacio de Letrán (antigua residencia del papa) en escenario de sus caprichos.
"(...) un hombre inmoral, ordinario, cuya vida fue tal que del palacio Lateranense se hablaba como de un burdel", describe la Enciclopedia Católica.
Los historiadores no escatimaron en adjetivos para describirlo: Louis Marie DeCormenin, autor del libro Una historia completa de los papas de Roma, desde San Pedro, el primer obispo, hasta Pío IX, el actual papa (1857), lo consideró como “uno de los papas más perversos”.
Tras las tensiones y su destitución, el puesto fue ocupado por León VIII. Juan XII aprovechó la partida de Otón en febrero de 964 para regresar al Vaticano, organizar un sínodo y así anular la elección del nuevo Papa. No conforme con ello, emprendió una sangrienta venganza contra sus opositores, restaurando su posición.
Su tiempo al mando no duró mucho. Poco después, Juan XII falleció, un 14 de mayo de 964, en circunstancias poco claras. Algunas versiones señalan que murió a las afueras de Roma debido a un derrame cerebral durante un encuentro sexual, otras más, que fue en manos del esposo de su amante. Sea cual sea la verdad, muchos llegaron a considerar que el fin de su vida se dio como resultado de la ira de Dios.

Una leyenda se une a su historia
Dentro de las múltiples leyendas que rodean a la iglesia católica, existe una sobre la existencia de una Papisa llamada Juana. Por sí misma, la historia desafía toda regla y convención ya que de acuerdo con la tradición apostólica, las mujeres no pueden ordenarse como sacerdotes y por lo tanto, tampoco pueden ser postuladas como sumas pontífices.
Onofrio Panvinio, historiador y teólogo italiano del siglo XVI propuso que la leyenda de la existencia de una papisa podría estar directamente vinculada con la historia de Juan XII. En sus anotaciones señaló que el pontífice contó con numerosas amantes y entre ellas se encontraba una mujer llamada Juana, quien habría tenido mucha influencia sobre él.
Con el tiempo, la fama del papa y la presencia de Juana podrían haberse mezclado en los relatos, dando origen a la idea de que una mujer llegó a ser papa disfrazándose de hombre.
LHM