Irán dijo el lunes que ahorcó a un hombre acusado de espiar para Israel, dentro de la mayor ola de ejecuciones ordenadas por Teherán en décadas.
Irán identificó al hombre ejecutado como Bahman Choobiasl. Su caso no era conocido de inmediato en los reportes de los medios iraníes ni por los activistas que monitorean la pena de muerte en la República Islámica.

Irán ha ahorcado a nueve personas por espionaje
La ejecución se produjo después de que Irán prometiera enfrentar a sus enemigos tras la reimposición de sanciones por parte de las Naciones Unidas sobre Teherán este fin de semana debido a su programa nuclear. La Unión Europea siguió se sumó el lunes, imponiendo sanciones similares a Irán.
Irán acusó a Choobiasl de reunirse con funcionarios de la agencia de espionaje israelí Mossad, y le describió como el espía “más confiable” de la agencia. La agencia iraní de noticias Mizan, que es el vocero oficial del poder judicial, dijo que Choobiasl trabajaba en “proyectos de telecomunicaciones sensibles” e informaba sobre las “vías de importación de dispositivos electrónicos”.
Se sabe que Irán ha ahorcado a nueve personas por espionaje desde su guerra de junio con Israel. Dicho país libró una guerra aérea con Irán que mató a unas mil 100 personas, incluidos muchos comandantes militares. Irán lanzó andanadas de misiles dirigidas a Israel en respuesta.
Irán celebra juicios a puerta cerrada para acusados de espionaje
A principios de este mes, Irán ejecutó a Babak Shahbazi, a quien acusó de espiar para Israel. Los activistas lo negaron y afirmaron que Shahbazi fue torturado para obtener una confesión falsa después de escribir una carta al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ofreciéndose a luchar por Kiev.
Irán suele celebrar juicios a puerta cerrada para los acusados de espionaje, a menudo sin que los sospechosos tengan acceso a las pruebas en su contra.
Irán ha enfrentado varias protestas nacionales en los últimos años, alimentadas por el descontento sobre la economía, demandas de derechos de las mujeres y llamados a que cambie la teocracia del país.
En respuesta a esas protestas y a la guerra de junio, Irán ha estado ejecutando prisioneros a un ritmo inédito desde 1988, cuando ejecutó a miles al final de la guerra Irán-Irak.
El grupo Derechos Humanos de Irán, con sede en Oslo, y el Centro Abdorrahman Boroumand para los Derechos Humanos en Irán, con sede en Washington, estiman que el número de personas ejecutadas en 2025 supera las mil, y señalan que el número podría ser mayor ya que Irán no informa sobre todas las ejecuciones.
Expertos independientes en derechos humanos de las Naciones Unidas también criticaron las ejecuciones de Irán el lunes.
“La magnitud de las ejecuciones en Irán es asombrosa y representa una grave violación del derecho a la vida”, dijeron los expertos.
“Con un promedio de más de nueve ahorcamientos por día en las últimas semanas, Irán parece estar llevando a cabo ejecuciones a una escala industrial que desafía todos los estándares aceptados de protección de los derechos humanos”.

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