Los familiares de Virginia Roberts Giuffre, quien acusó a Jeffrey Epstein de abuso sexual y de haberla traficado cuando era adolescente, dicen que ella no quería que sus memorias póstumas, anunciadas recientemente, se publicaran en su forma actual.
En una entrevista con el Times, los hermanos de Giuffre, Sky Roberts y Danny Wilson, y sus cuñadas, Amanda Roberts y Lanette Wilson, afirmaron que Giuffre no habría estado a favor de la publicación de las memorias porque presentan una imagen falsa de la relación con su marido, Robert Giuffre.

¿Qué declaró la familia?
Cuando ella escribió las memorias describió a su marido de forma positiva, dejando fuera las acusaciones de que abusaba físicamente de ella, pues temía por su seguridad y la de sus tres hijos, según su familia.
Giuffre fue hospitalizada en marzo tras un grave accidente automovilístico ocurrido en North Perth, Australia, y sufrió una insuficiencia renal.
Tras el accidente, envió un correo electrónico a quien había sido su colaboradora en las memorias, la periodista Amy Wallace, y a su publicista, Dini von Mueffling, diciendo que:
Era su “más sincero deseo que esta obra se publique, independientemente de cuáles sean mis circunstancias del momento. El contenido de este libro es crucial, ya que pretende arrojar luz sobre los fallos sistémicos que permiten el tráfico de personas vulnerables a través de fronteras”.
Menos de un mes después, se suicidó a los 41 años. El libro Nobody’s Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice será publicado por Knopf el 21 de octubre, con un primer tiraje anunciado de 250 mil ejemplares.

Sin embargo, en las semanas previas a su muerte, Giuffre dijo a varias personas que deseaba corregir el texto para cambiar la manera en que pintaba a su marido, ya que daba la impresión de haber sido la persona que la rescató de años de abusos por parte de Epstein y los miembros de su círculo.
De ser necesario, estaba dispuesta a comprar de vuelta los derechos de publicación para reescribir el libro, señaló su familia.
Robert y Virginia Giuffre estaban enfrascados en un pleito de divorcio cuando ella murió, y él la había acusado de violar una orden de restricción ese año. Su abogado ha dicho en el pasado que ni él ni su cliente podían hacer comentarios debido a los procedimientos judiciales que están abiertos en Australia.
Se queda como está
Cuando la familia pidió a la editorial que hiciera modificaciones a las memorias, se les dijo que no podían introducir cambios significativos, pues el texto estaba basado en la última versión que Giuffre había aprobado en octubre de 2024.
Todd Doughty, editor adjunto de Knopf Doubleday, señaló que por esta razón solo se harían cambios de carácter legal o de verificación de datos. También dijo que Giuffre nunca se acercó a ellos para hablar de corregir el manuscrito o recomprar los derechos.
Tras su muerte, Knopf añadió un prólogo escrito por su colaboradora. En él, Wallace afirma que Giuffre le informó sobre un supuesto incidente de maltrato doméstico ocurrido en 2015, pero insistió en que no quería que apareciera en el libro.
Sin embargo, las declaraciones públicas de Giuffre sobre su matrimonio y las acusaciones contra su marido también se incluyen en el prólogo, dijo Doughty.
Después de que Knopf compartiera una versión, la familia de Giuffre dijo a la editorial que consideraba que no llegaba lo suficientemente lejos.
En un correo electrónico, los parientes pidieron que se reescribiera el prólogo con material adicional, incluido un comunicado de la familia sobre la experiencia de Giuffre con la violencia doméstica, así como una explicación sobre cómo había expresado su intención de modificar el libro.
También expresaron su temor a que la publicación de las memorias, sin más contexto sobre el maltrato que Virginia sufrió en su propio matrimonio, pudiera afectar su credibilidad y dejarlos en la incómoda situación de tener que rebatir su exactitud.
“El riesgo es que el impacto general del libro simplifique demasiado sus batallas —escribieron en un correo electrónico a Jordan Pavlin, la editora—. Tales omisiones podrían dar lugar a malentendidos que podrían empañar su reputación y su legado”.
Los hermanos de Virginia participaron en la verificación de datos del libro y sabían que serían publicadas.
Aun así, la familia se vio sorprendida el domingo cuando Knopf anunció su publicación en un comunicado de prensa en el que describía Nobody’s Girl como “un registro crudo y estremecedor de la depravación a la que se vio sometida en la órbita de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell”.
Poco antes de que se anunciara el libro, Pavlin envió por correo electrónico una respuesta a la familia, preguntando si podían concertar una llamada telefónica para hablar de nuevos cambios en el prólogo, con la esperanza de abordar las preocupaciones de la familia.
“Creo que escribió un libro que tendrá el poder de cambiar vidas, y que repercutirá en cualquiera que luche por sobrevivir a los abusos sexuales”, escribió Pavlin sobre Giuffre.
Pavlin dijo que Knopf había ajustado el prólogo “varias veces para intentar enmarcar la historia de Virginia de la forma más compleja posible dentro de los límites de lo que nosotros, como su editorial, podemos hacer. Hemos trabajado de buena fe para tomar en serio las preocupaciones de ustedes y atenderlas, y todavía seguimos trabajando para atenderlas”.

"Hay que contar la historia completa"
La familia dijo que no han visto la versión actual del libro porque Knopf les pidió que firmaran acuerdos de confidencialidad para leerlo, pero que conocían el contenido de las memorias por las conversaciones y por haber leído partes de los primeros borradores.
No estuvieron dispuestos a firmar los acuerdo porque temían que al hacerlo “la familia corriera un riesgo considerable de ser silenciada, lo que nos impediría defender los intereses de Virginia y de muchas otras personas sobrevivientes”, escribieron en la carta a Knopf.
“No es que no apoyemos el libro; no apoyamos ciertas partes del libro —dijo Sky Roberts—. Hay que contar la historia completa”.
La familia dijo que algunas partes se contradicen con las propias declaraciones de Virginia sobre su matrimonio. Esta primavera, poco antes de morir, ella hizo públicas unas acusaciones de maltrato doméstico contra su marido, con quien tuvo tres hijos.
“Después de la última agresión física de mi marido —declaró en abril a la revista People—, ya no puedo seguir callada”.
Amanda Roberts, cuñada de Virginia, dijo que una de las preocupaciones de la familia era el mensaje que el libro podría enviar a las sobrevivientes de la violencia doméstica si pinta a Giuffre como alguien que se alzó su voz públicamente contra el tráfico sexual, pero restó importancia a los abusos que supuestamente sufrió en casa.
“Era la lucha en su propio hogar la que sentía que no podía ganar”, aseguró.
Es probable que Nobody’s Girl capte la atención del público en un momento en que el caso Epstein de tráfico sexual se ha convertido en una cuestión política volátil, cuando circulan teorías conspirativas sobre lo que incluyen los archivos del caso.
Doughty, el vocero de Knopf, se negó a brindar detalles sobre las personas vinculadas que se mencionan en el libro, pero afirmó que no hay ninguna acusación contra el presidente Donald Trump.
Virginia fue una de las víctimas más prominentes y francas de Epstein (quien se suicidó en la cárcel en 2019) y de Maxwell, su antigua asociada, quien cumple condena de 20 años por tráfico sexual.
En entrevistas y declaraciones, Virginia dijo que en el 2000 trabajaba como asistente de spa en Mar-a-Lago, el complejo turístico del presidente Trump en Palm Beach, Florida, cuando Maxwell la reclutó para la red de tráfico sexual de Epstein.
En 2015, fue la primera de las víctimas en hacer pública su historia, y demandó a Maxwell por difamación cuando dijo que mentía. En 2017 llegaron a un acuerdo por una suma no revelada.
Los hermanos de Virginia no recibirán dinero alguno por la publicación de sus memorias; los derechos de autor se destinarán a su patrimonio y a la organización benéfica que fundó para ayudar a sobrevivientes del tráfico sexual.
Los cuatro familiares que hablaron con el New York Times dijeron que quieren que sus memorias lleguen a los lectores, pues se trata de su propio relato en su propia voz, pero no sin el contexto de su matrimonio.
“Como familia, queremos que el contenido delicado de ese libro, que está en sus palabras, tenga un impacto —confirmó Danny Wilson—. No intentamos destruir este libro, quiero asegurarme de que le hacemos un poco de justicia”.
MD