Una enfermera salvó la vida de un par de mapaches jóvenes que habían quedado atrapados en un contenedor de basura, ambos en estado de ebriedad por haber comido duraznos fermentados, en Kentucky, Estados Unidos.
Misty Combs, de 43 años, escuchó los ruidos de los animales y decidió actuar: usó una pala para sacarlos del contenedor. El primero en salir corrió inmediatamente con su madre, que había intentado ayudarlo desesperada; pero el otro no tenía signos de vida.
"He tenido días locos en el trabajo, pero ninguno como este", contó la 'heroína' a Lex 18 el 3 de septiembre.
La enfermera con 21 años de experiencia estaba junto a un par de colegas, quienes creyeron que el animal estaba muerto... excepto ella, quien le aplicó técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP).
"Nuestra oficina está justo al lado de Kentucky Mist Moonshine, una destilería, y habían tirado unos duraznos fermentados a la basura. Los bebés mapache se los comieron y ya no pudieron salir", explicó.
Ella trabaja en el Departamento de Salud del Distrito Letcher, por lo que tiene amplia experiencia en reanimar personas, pero no animales. Aún así decidió tomar el riesgo, y tuvo éxito.
"Pensé, ¡Tengo que sacarlos! Fue mi instinto maternal porque vi que su madre estaba intentando recuperar a los bebés sin saber qué hacer", añadió.
Sin dudarlo, se puso junto al mapache que yacía inmóvil boca arriba, comenzó a aplicarle presión en el pecho y poco a poco vio cómo daba señales de vida.
Así le salvó la vida:
NEW: Kentucky nurse Misty Combs performs CPR on a drunk raccoon.
— Collin Rugg (@CollinRugg) September 8, 2025
"Our health department is right beside Kentucky Mist Moonshine, a distillery..." Combs said, explaining how a raccoon was trying to get her two babies, who were stuck in a dumpster.
"I just started doing CPR on… pic.twitter.com/x4YcZAz8N5
Primero regurgitó algo de los duraznos y el moonshine (licor de la más baja calidad) que traía en el estómago. Ahí empezó a jadear, hasta que recuperó la respiración por completo.
"Todos pensaban que estaba muerto porque no respiraba. Se había ahogado y estaba lleno de agua. Se podía sentir el agua dentro de él, así que de inmediato le hice RCP. Me daba miedo que me mordiera al despertar, porque los mapaches pueden transmitir la rabia", confesó.
Una vez salvado, el mamífero fue llevado a una clínica veterinaria cercana, en donde se le administró suero para rehidratarlo y contrarrestar los efectos del alcohol.
El pequeño fue bautizado Otis, y ya fue dado de alta del hospital para continuar con su vida.
SNGZ