Croacia levantó este viernes el cierre de su frontera con Serbia, intentado rebajar la tensión con su vecino, ante las presiones de la Unión Europea para poner fin a la disputa fronteriza iniciada por la crisis de los migrantes. "La frontera fue desbloqueada a las 17:00 hora local (15:00 hora GMT). Todos los coches, sin importar su matrícula (...) pueden entrar a Croacia", informó el ministro del Interior, Ranko Ostojic, en la cuenta de Twitter del gobierno.
Zagreb había cerrado todos salvo uno de sus pasos fronterizos con Serbia, a la que acusaba de desviar hacia Croacia el flujo de refugiados que intentan llegar al oeste de Europa. Sin embargo, en el comunicado, el ministerio aclaró que el levantamiento del bloqueo solo se aplicará a dos de los ocho puestos fronterizos entre los dos países, el más importante, el de Bajakovo, y el de Tovarnik.
El primer ministro croata, Zoran Milanovic, había anunciado durante el día el pronto levantamiento de las restricciones en la frontera, después de que la Comisión Europea declaró que esperaba "aclaraciones" urgentes de Croacia.
La degradación de las relaciones entre Serbia y Croacia no habían alcanzado tales niveles desde el conflicto de los años 1990, lo que causó preocupación en la UE, pues Croacia se convirtió en el 28º estado miembro de la unión en 2013.
Mientras miles de refugiados seguían cruzando Croacia rumbo al oeste de Europa, Macedonia se había quejado de que cien camiones con matrículas de su país estaban bloqueados en la frontera serbocroata.
El viceministro de Economía macedonio, Hristijan Delev, avisó que si la frontera no volvía a abrirse antes del martes, Macedonia, Serbia y los otros países de Europa Central que firmaron un acuerdo de libre comercio "tendrán que reunirse para buscar una solución".
Zagreb indicó hoy que había registrado 8,500 llegadas de refugiados el jueves, lo que eleva a 55 mil la cifra de migrantes que transitaron por el país en los últimos nueve días.
Los migrantes, entre ellos personas que visten pantalones cortos y chanclas, afrontan estos días el frío y la lluvia en la región. Algunos piden atención médica en el centro de acogida de Opatovac (este), cerca de Serbia, informaron medios locales. Los refugiados pasan casi exclusivamente por Croacia desde de que el gobierno húngaro decidió cerrar su frontera con Serbia, el pasado 15 de septiembre.
La respuesta de Zagreb ha sido subir a la mayoría de esos migrantes en autobuses y llevarlos hacia Hungría, y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, anunció hoy que ahora también se plantea sellar su frontera con Croacia.
"El flujo de migrantes no va a disminuir (...), queremos impedir que la gente pase", declaró en una rueda de prensa en Viena, tras reunirse con el canciller austriaco, Werner Faymann. "La instalación de una protección en la frontera con Serbia ha cumplido sus objetivos. Debemos hacer lo mismo en la frontera con Croacia", aseguró.
Orban ha recibido numerosas críticas por su actuación durante la actual crisis de los refugiados, sobre todo después de instalar una alambrada entre Hungría y Serbia y de cerrar parte de la frontera con Croacia -la que no está marcada por el río Drava.
El gobierno húngaro anunció, además, el jueves que desplegará una alambrada en su frontera con Eslovenia, pese a que ambos países pertenecen al espacio de libre circulación europeo Schengen.
La crisis de refugiados ha provocado grandes divisiones en Europa, sobre todo entre el Oeste y el Este, pero también entre los países de la antigua Yugoslavia cuyas relaciones siguen siendo frágiles, desde el final de las guerras de los años 1990.
Belgrado comparó las restricciones impuestas por Zagreb en sus fronteras a las que "tomó el régimen fascista (nazi) en Croacia" durante la Segunda Guerra Mundial.
Milanovic acusó, por su parte, a Belgrado de cerrar un "acuerdo" con Budapest para enviar a todos los migrantes a Croacia. El ministro croata de Relaciones Exteriores Vesna Pusic aseguró, sin embargo, el jueves que las tensiones entre ambos países eran "completamente innecesarias".
"Creo que deberíamos rebajar las tensiones lo antes posible y empezar a resolver el problema (de los migrantes) en colaboración con la UE, y también con países como Turquía", dijo Pusic, según la agencia croata de noticias HINA. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 493 mil migrantes llegaron a Europa desde comienzos de 2015.
Montenegro se prepara
Mientras, otra república balcánica, Montenegro, puso en marcha los preparativos para hacer frente a la posible apertura de una nueva ruta por su territorio para los migrantes procedentes de Grecia, Serbia y Kosovo, indicaron el viernes fuentes oficiales.
"Con los últimos desarrollos en la frontera (croato-)húngara y la presión que padecen Macedonia y Serbia, es posible que un cierto número de refugiados elijan pasar por (...) Montenegro", afirmó el gobierno montenegrino, que examinó un plan de medidas para la crisis migratoria.
"Teniendo en cuenta el hecho de que cinco mil migrantes llegan cada día a los Balcanes occidentales, Montenegro prepara sus capacidades de acogida para dos mil refugiados", precisó la misma fuente.
Los migrantes, incluidos los refugiados que huyen de los conflictos de Oriente Medio, se dirigirían desde Montenegro hacia Croacia o Bosnia, vecinas occidentales de la pequeña exrepública yugoslava, consideró Zeljko Sofranac, responsable encargado del asunto. "De un momento a otro, la oleada de migrantes no podrá rodear Montenegro", agregó.