Aunque hoy no ejerce dentro del futbol mexicano, Óscar Pérez, aquel arquero que se ganó el cariño de la afición con sus atajadas imposibles, no deja de ponerle atención a la Selección, porque recuerda con orgullo que vistió en tres Mundiales esa playera.
Incluso, el Conejo mira a la distancia el trabajo de un entrenador que le dio la titularidad en el Mundial del 2010, cuando parecía que no sería así, y se ilusiona con lo que puede generar con el actual conjunto nacional para la máxima justa del 2026, porque dijo, el Vasco es ese técnico para el que el orgullo de ser seleccionado “no es negociable”.
“Lo veo mejor en general. La Selección pasó por un momento de incertidumbre con muchos cambios, donde los chicos estaban muy expuestos, pero hoy con Javier se nota más calma. Él sabe enfocar a los jugadores, hacerles entender que estar en Selección es un privilegio, que están entre los mejores del país. Y eso se refleja en la cancha”, señaló.

El Conejo Pérez recuerda bien lo que es trabajar bajo las órdenes de Aguirre, un entrenador de recorrido mundial, con bagaje, con altas expectativas, pero sobre todo, con una idea firme de lo que es defender la camiseta de su país.
“Si algo pedía Javier era disciplina, actitud y esfuerzo al cien por ciento. La calidad la tienen los muchachos, pero si no pones entrega, nada alcanza. Para él, esa parte no era negociable y eso lo está transmitiendo otra vez. Hoy veo mejor a la Selección porque esa base ya está: la actitud, las ganas de trascender”.
México ha sufrido en los últimos años con procesos cortados, con técnicos que no consolidaron un proyecto, Óscar sabe bien lo que es atravesar esos cambios abruptos como jugador, porque también lo vivió.
“En Selección siempre habrá presión, siempre hay críticas, pero cuando existe un proyecto claro y el respaldo al técnico, todo fluye mejor. Ojalá que esta generación pueda trascender, que logre ir más allá de lo que hemos conseguido. La afición merece ver a México hacer historia”.
Eso sí, reconoció que los resultados en torneos recientes, como la obtención de la Copa Oro y de la Nations League han disipado algunas dudas, aunque siempre se está en busca de mejorar. Hay que recordar que en el último duelo amistoso ante Japón, el cuadro nacional tuvo poca generación de juego y, sobre todo, tiros a la portería, al final, el choque terminó con un empate sin goles.
“Los torneos ganados permiten trabajar con calma y preparar lo que viene, eso es fundamental, pues el jugador, cuando siente respaldo y tranquilidad, rinde mejor. Lo que deseo es que a México le vaya bien, que trascienda, que haga historia. Tenemos jugadores de calidad, tenemos un técnico que transmite disciplina y orgullo y, sobre todo, tenemos una afición que nunca deja de creer, esa es nuestra fuerza”.

El ex arquero no duda en recalcar que la clave no está únicamente en los nombres, sino en la unión del grupo: “La Selección tiene talento de sobra, pero lo importante es que haya unión, que todos vayan por lo mismo; cuando eso pasa, puedes competir contra cualquiera, yo lo viví y sé lo que significa creer en el compañero”.
Cruz Azul, su otra piel
Por su puesto, el tema Cruz Azul no puede faltar cuando se platica con Óscar Pérez, porque fue el club en el que debutó y donde se convirtió en ídolo. A la distancia, ha observado el vaivén de los últimos años, pero también tiene claro que hay plantel para competirle a cualquiera en este Apertura 2025.
“Sigue habiendo inestabilidad, pero poco a poco el equipo se va encontrando, tiene un plantel muy vasto, de gran calidad y estoy seguro que será protagonista. Cruz Azul siempre va a estar peleando arriba”, dijo convencido.
Más allá de su época de portero, después del retiro vivió una faceta como director deportivo, en donde tuvo un papel complicado, le tocó decirle adiós a pilares celestes como Jesús Corona y Julio César Domínguez.
Al final, le faltó respaldo para continuar en el cargo, pero admitió que también le faltó experiencia y no rechazó la idea de volver algún día: “Obviamente me faltó aprender más, nunca había estado en un puesto así, fue llegar y empezar a conocer todo. Hoy puede ser diferente, pero se pagó el derecho de piso, al final, no me arrepiento de nada porque eso también me dejó una enseñanza. Cuando el respaldo está, todo fluye, cuando las cosas no son así, siempre hay problema”.

Nueva etapa, nuevos aprendizajes
Actualmente, Óscar Pérez es titular del Instituto del Deporte de Hidalgo, donde le toca apoyar a todos los deportes, y eso también lo llena de satisfacción.
“Es muy diferente a mi vida en el futbol, pero estoy con el mismo compromiso de hacer las cosas bien. Me toca apoyar a más de 30 deportes en Hidalgo, desde atletismo hasta taekwondo. Y aunque el presupuesto nunca alcanza, estamos tratando de estar cerca de los atletas, de acompañarlos en su preparación, eso me llena mucho”, compartió.
Lo que sí agradeció fue el respaldo del Gobierno de Hidalgo, porque eso le ha permitido trabajar con mayor soltura. “Cuando tienes apoyo institucional, las cosas fluyen mejor. Mi objetivo es que los jóvenes tengan espacios para hacer deporte y que se alejen de las malas influencias. No todo es alto rendimiento, también hay que combatir el sedentarismo, buscar que la gente esté activa, que viva mejor”.
Al final, inevitablemente la conversación regresa al futbol, cuando surge el tema de su hijo, quien da pasos firmes en las fuerzas básicas de Pachuca: “Sí, ahí va en la Sub-17. Estoy contento porque es un niño muy dedicado, tiene muy claro lo que quiere. Mi papel es acompañarlo, orientarlo, nada más. Él tendrá que hacer su camino, yo solo estaré a su lado”.
MGC