Como en sus mejores días, Casa Paquita lució un lleno impresionante. Ahora todos esos fans de la cantante, que le aplaudían y le hacían coros en las noches que se presentaba en su lugar, acudieron en un acto de lealtad a la mujer que les emocionó, que les hizo llorar y hasta salir de la depresión por un mal amorío.
Todos, entre ellos Ana Bárbara, como en los años de éxito de la cantante, se dieron cita en la popular colonia Guerrero, incluso la ex alcaldesa Sandra Cuevas, para despedir a Paquita la del Barrio, cuya noticia de su muerte, el pasado lunes 17, sorprendió hasta a los más escépticos de su estilo interpretativo.
La veracruzana, de pocas palabras pero contundentes interpretaciones, acaparó la atención de todo México, incluso del extranjero, donde el dolor que imprimió a cada una de sus interpretaciones y frases que la inmortalizaron —“Me estás oyendo, inútil”, “Rata de dos patas”— se replicaron apenas se supo que había muerto en su casa de Xalapa.
Flores, canto, mariachi y todo el fervor que generó la cantante en vida materializó el cariño que sembró entre sus seguidores, quienes desde muy temprano, alrededor de las 8 de la mañana, acudieron a Casa Paquita para tener el mejor lugar y ser parte del homenaje popular que se le rindió a la intérprete de clásicos como “Cheque en blanco” y “Taco placero”.
Hubo misa, venta de playeras, fotos y pósteres de Paquita, y también hubo frases para exaltar a la mujer, a la artista, al personaje que al pararse en cada escenario provocaba reacciones con su canto en contra de ellos. Las mujeres la ovacionaban y los hombres solo sonreían al particular estilo que en el día de su homenaje se replicó, pues varios espontáneos emularon la imagen y estilo de Paquita, mientras la fila para entrar a despedir a la artista crecía, con el paso de las horas.
El urna, una mariposa en tonalidades azules, fue el centro de todas la miradas en Casa Paquita, donde la cantante demostró los alcances que logró con su particular forma de interpretar.
AJR
