La diseñadora Débh Herrera se ha consolidado como una de las creadoras más originales y respetadas en el universo del diseño nupcial en México. Su maestría para confeccionar vestidos de novia nace de una sensibilidad profunda por la belleza, la emoción y el simbolismo que encierra esa prenda única en la vida de una mujer. Para ella, un vestido de novia no es solo una pieza de alta costura, sino una extensión de la identidad de quien lo porta: “Es una manifestación del amor, del momento, del estilo de vida, pero también del sueño que cada mujer ha construido desde niña”, asegura.
Débh habla con pasión sobre el proceso de creación de cada diseño, que comienza con una conversación íntima con sus clientas. “Escucho más allá de las palabras. Cada historia me inspira y me guía. No diseño para imponer una estética, sino para traducir emociones en tela”, explica. De ahí que cada una de sus piezas tenga una firma personalizada, una huella irrepetible que nace del vínculo entre diseñadora y novia.
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Poesía en tela
Aunque respeta los códigos tradicionales del vestido blanco, Débh Herrera no teme romper esquemas. Su trabajo destaca por atreverse a explorar siluetas menos convencionales, como faldas asimétricas, capas arquitectónicas, guantes bordados con motivos simbólicos o tonos suaves fuera del blanco puro. “Salir de la figura clásica es un riesgo, sí, pero también una oportunidad de contar una historia nueva. Hay muchas formas de ser novia, y todas merecen celebrarse con autenticidad”, señala.
En cuanto a los materiales, Deb apuesta por textiles nobles y artesanales. Utiliza sedas naturales, tules vaporosos, organzas bordadas a mano, encajes de Calais, e incluso piezas rescatadas de antiguas colecciones que transforma en nuevos tejidos con historia. “Me gusta trabajar con materiales que tengan textura, alma, que hablen al tacto y no solo a la vista”, dice. Muchas veces, su taller colabora con artesanas textiles mexicanas para integrar técnicas tradicionales como bordados de Chiapas o encajes oaxaqueños, dando un giro.
Dream Real
La colección de novias 2026 está inspirada en el proceso por el que pasan las parejas cuando se van construyendo, “esos momentos de sueños y romanticismo donde se extrañan, se imaginan al lado del otro volando entre nubes o se preguntan si es real lo que están viviendo o lo imaginan”, comparte Débh.
Así imagina a las novias, entre visiones borrosas de texturas transparentes o suaves como encajes y muselinas vs la sensación de un plan sólido y estructurado como una tafeta, raso o una pieza acorsetada.
También hay siluetas modernas y más minimales en la colección, como mini vestidos y jumpsuits en crepé o raso, que ofrecen un toque romántico con detalles como boleros de encaje, guantes o moños oversize. Mientras que otros modelos coquetean con volúmenes dramáticos en tafeta que emulan las nubes.
Esta colección propone cinco modelos básicos: Bubble Dream, de silueta princesa; Lace Garden, tipo trompeta; Muselin Fall, de línea A; Ethereal Jump, un palazzo con bolero; y Cloud Mini Hug, un mini vestido. Todos con piezas sueltas que permiten transformaciones y una mayor propuesta de looks para las novias.
Sus inspiraciones provienen del arte, el cine y los contrastes entre lo antiguo y lo moderno. Cita a diseñadores como Alexander McQueen y Madeleine Vionnet por su genialidad estructural, pero también encuentra referencias en la poesía, la arquitectura orgánica o las formas de la naturaleza. “Un vestido debe fluir como un poema visual”, comenta.
Deb Herrera no diseña para impresionar, sino para emocionar. Su trabajo redefine lo que significa ser una novia moderna: una mujer segura de sí misma, conectada con su esencia y sin miedo a romper moldes. Por eso, cada una de sus creaciones es más que un vestido: es una obra de arte que celebra el inicio de una nueva vida, con toda la belleza, fuerza y libertad que eso implica.
¿Quién es Débh Herrera?
Cuenta con más de 20 años de experiencia y estudios de comunicación y marketing de moda en Milán (IED Moda Lab) y en México (ITESM), así como Diseño de modas en el Mod’Art MJM Design de París.
Ha realizado proyectos para marcas como Alexander Herchcovitch, Gucci, Nine West, Camper, AK Anne Klein, Deby Debo y Velvetine. Su trabajo en grupos de moda como Yoox en Milán, Piagui en México /USA y Groupe Beaumanoir en París, le ha dado igualmente una estructura empresarial y comercial.
Defiende que cada mujer es única y busca resaltar lo que las hace especiales con detalles personalizados. Utiliza telas finas de importación y en ocasiones diseña estampados y bordados en México. Mantiene su marca dentro de un sistema slow fashion y desde finales de 2016 estableció su taller en Ciudad de México, donde trabaja bajo pedido y durante cuatro años consecutivos ha sido considerada entre los mejores atelieres de novias del país.
hc
