El turismo religioso ha impulsado a Torreón y no solo por lo bello e histórico de sus templos, ni por el gran Cristo que adorna el Cerro de las Noas, si no también por el empeño de los laguneros en que así sea, pues desde hace más de 50 años, colonias del poniente de la ciudad organizan el tan conocido Viacrucis.
Y es que esta tradición cada año se vuelve más grande, pues aunque no se tiene una fecha específica de su comienzo, se estima que en abril de 1973 fue el debut de esta obra.
"Más de 10 laguneros asistían al Viacrucis", así lo informaba el periódico MILENIO La Opinión en el año 1993.
En la misma página se explica que son habitantes de la colonia Benito Juárez y Polvorera los que presentaban esta obra; en la actualidad se encargan ciudadanos de la colonia Jacobo Meyer.
En punto de las 7:00 de la mañana los feligreses comenzaban a llegar al Cerro de las Noas para tener el mejor lugar, y escalaban hasta la cima más de 100 escalones, bajo el fuerte sol de La Laguna, con tal de presenciar este acto de fe.
Pero no estaban solos, los vendendores de escapularios, aguas frescas, refrescos y hasta gorditas los acompañaban.
No faltaba uno que otro desmayo por las altas temperaturas, pero en este caso también estaban disponibles los servicios médicos de Cruz Roja para cualquier imprevisto.
Este año no será la excepción, pues miles de laguneros se derán cita, sumando que las remodelaciones del Puerto Noas ofrecen una gran experiencia.

aarp