En siete semanas, los casos de tos ferina pasaron de 288 a 749—un incremento de más del 156 por ciento—según datos de la Dirección General de Epidemiología (DGE).
Se trata de un aumento que, en promedio, equivale a unos 80 casos adicionales por semana; por ello, epidemiólogos estiman que, antes de que termine mayo, México podría superar los 930 pacientes, lo que significaría un riesgo sanitario considerable.
En la misma semana epidemiológica de 2024 se habían reportado 57 casos, mientras que en 2025 ya suman 749. Considerando únicamente ese corte de ambos años, el alza supera el mil 200 por ciento.
Los 749 casos confirmados están distribuidos en 30 entidades: Ciudad de México (79), Chihuahua (77), Aguascalientes (73), Nuevo León (62), Coahuila (46), Jalisco (42), Hidalgo (34), Estado de México (33), Morelos (30), Chiapas (30), Guanajuato (28), Michoacán (27), Veracruz (27) y Oaxaca (26).
Asimismo, se registran en Querétaro (21), Sonora (12), Guerrero (12), San Luis Potosí (12), Zacatecas (11), Baja California (11), Campeche (10), Yucatán (9), Durango (8), Puebla (7), Tamaulipas (7), Tlaxcala (6), Quintana Roo (6), Baja California Sur (1), Nayarit (2) y Sinaloa (1). Tabasco, que previamente reportaba 4 casos, ahora figura con cero.
Colima sigue sin casos.
Coqueluchoide va al alza en 30 estados
La DGE también informó que el síndrome coqueluchoide—que en 98 por ciento de los casos corresponde a tos ferina sin confirmación de laboratorio—acumula dos mil 772 episodios, un incremento de más del 485 por ciento en comparación con la misma semana de 2024, cuando se contabilizaron 474.
La carga de contagios se concentra en bebés menores de 18 meses, susceptibles a contraer la bacteria Bordetella pertussis por contacto con adultos y adolescentes portadores asintomáticos.
Las personas inmunocomprometidas y los adultos mayores sin refuerzos vacunales periódicos también pueden infectarse mediante las gotitas expulsadas al toser o estornudar por individuos portadores.
MO