El secretario de Seguridad Pública del estado, Sergio Chávez García descartó que en las cárceles de Tamaulipas existan autogobiernos, pero destacó que el gran reto es poder tener una mayor capacidad de fuego para reducir a la delincuencia organizada.

“Yo creo que el ejemplo más más dramático de la pasada administra ción fueron los hechos de Camargo, la ejecución masiva extrajudicial de guatemaltecos, por la cual retiraron la certificación de Calea a la Secretaría”, señaló.
Explicó que “el elemento de grupos especiales, es un elemento que está capacitado para enfrentar situaciones críticas del riesgo, no puede ser un elemento de un día para otro, deben tener una preparación especial”.
Destacó que de los 114 elementos de los Gopes desaparecieron y se transformaron en Fuerzas Especiales y hoy se cuenta con 67 elementos de la nueva fuerza especial, grupo que está en constante capacitación, actualmente se cuenta con cinco especialista de fuerzas especiales que están a cargo de la capacitación y de la dirección de estas unidades.
Por medio de los exámenes de control y confianza, así como capacitación el grupo especial de la pasada administración los Gopes desaparecieron del estado.

Se transformaron en reales fuerzas especiales y no tenemos ningún incidente de abuso de fuerza o abuso, obedece a que estamos inmersos en un programa continuo de adiestramiento, donde la universidad certifica los lineamientos del Secretariado Nacional de Seguridad Pública.
Aclaró que al interior de los penales no hay autogobiernos, sino que son grupos de interés que se encuentran determinados y pues eso es, así como hay grupos de interés en todos los sindicatos, en las asociaciones, en las locaciones, en todos lados.
Chávez García dijo que se tuvo que modificar todo el sistema de seguridad que había en los centros de reclusión, pues inclusive los internos tenían el control de los candados de sus celdas, lo que no cumplía con el primer nivel de las medidas que se deben tener al interior de estos edificios.
Por esta razón se tuvieron que comprar poco más de 4 mil candados de alta seguridad, por lo que ahora son las autoridades penitenciarias las que tienen el control de las celdas..
Aseguró que el control la organización y los lineamientos de cada uno de los cinco penales están en manos del director de cada penal, y estos son supervisados semanalmente por el subsecretario y el director de control de seguridad