Los pasamanos de las unidades de Ecovía tienen uniones de plástico y son poco resistentes a la cantidad de personas que los utilizan para sujetarse.
Tras dos incidentes en los que los tubos se desprendieron y algunos pasajeros resultaron con lesiones, las quejas no se hicieron esperar, sobre todo por el sobrecupo de las unidades en las horas pico.
Las autoridades en un esfuerzo de fomentar la lectura entre los usuarios de la Ecovía, instalaron libreros con textos gratuitos, para que mientras se trasladan se cultiven, pero resulta un poco complicado cuando los usuarios, tratan de sujetarse de los pasamanos ya que muy pocos pueden ir sentados.
La respuesta de los usuarios de la Ecovía a las declaraciones de Fernando Gutiérrez Moreno, secretario de Desarrollo Sustentable, quien señaló que la población de Nuevo León es más alta y robusta; esto luego de que por segunda ocasión el pasamanos del camión se venció, fue la siguiente.
"Pues tienen que adaptar los camiones a la robustez de la sociedad. Es lo mismo de todas las mañanas, aquí está a reventar, hay veces que no entra la gente.
"Yo siempre me vengo de este lado donde no me pega la puerta, porque tengo al niño y ya lo han aplastado en otra ocasión", declaró Olga Diana Garza, quien cada mañana se sube a la Ecovía para llevar a sus hijos a la escuela.
En un recorrido desde la estación Lincoln al interior de un camión de la Ecovía, se constató la fragilidad de los pasamanos y la gran cantidad de personas que cada unidad transporta, aunque aseguran que cada unidad tiene capacidad para transportar hasta a 100 pasajeros.
Actualmente son 40 las unidades que dan el servicio, aún se esperan 40 más y mientras eso pasa, los usuarios se quejan del sobrecupo en los camiones.