Los 170 migrantes que viven en el albergue de la iglesia Ágape de Tijuana, Baja California, sufren dolor de cabeza, nauseas y hasta vómitos a consecuencia de la peste por los desechos orgánicos que una empresa contratada por el gobierno del estado tira en un basurero de la colonia Nueva Aurora.
“Ya llevamos varias semanas acá en esa cuestión de esa peste, varios niños se han enfermado”, denunció Tania, hondureña que con su pequeño hijo vive en este refugio desde hace tres meses, en espera de la continuidad a su trámite de asilo en Estados Unidos.
Lamentó que por eso hoy no puedan ni “tomar nuestros sagrados alimentos con tranquilidad por la pestilencia, el mal olor”.
El pastor y director del albergue, Alberto Rivera, culpó del problema a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT).
La paraestatal contrató a una empresa para la recolección del excremento acumulado desde enero pasado en el Cañón del Matadero, a consecuencia del colapso de un colector de aguas negras.
“Eso es un grave problema, le pedimos al gobernador, le pedimos a las autoridades, pedimos a la Profepa, a la Semarnat, a Protección del Medio al Ambiente del Municipio, también Estatal, que por favor tomen cartas en el asunto”, expresó.
Incuso pidió la presencia del personal del departamento de epidemiología para que vean la gravedad del problema porque desde hace tres semanas llegan tráileres para echar los desechos a la intemperie.
Unos 40 niños habitan el inmueble, en su mayoría vomitan a diario a consecuencia de la pestilencia.
“¡Imagínese!, se está cuidando por la enfermedad del coronavirus y viene usted a toparse con ese excremento que tiran por aquí. Los niños se han enfermado, casualmente mi niño se ha enfermado de dolor de estómago, muchas veces de diarrea y a otros niños les ha dado vómito, otra niña se enfermó, le salio como granos, tipo varicela”, se quejó el migrante Erick.
El relleno sanitario es de la empresa Econorbag. Varios gobiernos ya buscaron su clausura porque concluyó su vida útil hace más de una década, pero siempre vuelve a reabrir con amparos.
RLO