Cada ciudadano que decide formar parte del llamado Heroico Cuerpo de Bomberos, tiene en común el don del servicio, de compromiso y de un indudable amor al prójimo, tanto que los sacrificios y las arduas jornadas de trabajo bajo riesgo, son labores adoptadas como parte de su vida cotidiana.
Con 18 años de servicio en los Bomberos de Torreón, el comandante Francisco Martínez Chavarría es testigo de la dedicación que se requiere para llevar los motes de ‘apagafuegos’ o ‘traga humos’. “Somos personas ordinarias haciendo trabajos extraordinarios”.
Al estudiar Mecánica en diésel y gasolina, optó por buscar cubrir su servicio social en la estación Colón en el chequeo de las unidades antes de hacerse voluntario. “Iba por uno o dos meses y ya llevo 18 años en Bombero. Ser bombero es algo que nace del amor por servir a la ciudadanía”, compartió Francisco luego de señalar que antes deseaba ser ingeniero mecánico automotriz.
“El servir a la ciudadanía es el común de todo bombero, no cualquiera entra a un incendio de un edificio en llamas, no cualquiera entra a una alcantarilla a rescatar a una persona, no todos pueden ver a una persona en muy mal estado físico tras quedar prensado, y aun así tener el temple para darles ánimos”.
Francisco Martínez considera que la capacitación del personal resulta fundamental para brindar un mejor servicio y además trabajar de manera segura. “No hay mejor herramienta para atender una emergencia que estar bien capacitado”.
Dentro de su formación es parte de la brigada internacional de rescate “Topos”, donde colaboró en las labores de rescate en el terremoto del 19 de septiembre en la Ciudad de México. Asimismo, formó parte de los brigadistas que apoyaron en el rescate de los cuerpos del camión que cayó a un barranco en el Puente de Ojuela en Mapimí, Durango.
“La necesidad de apoyo que tiene del ser humano ante una emergencia, cuando vamos a un accidente o incendio y vemos que familias lo pierden todo en cuestión de minutos, es ahí donde nace ese sentimiento de ayuda a la ciudadanía, es algo que no tiene precio”.
Al igual que él, cada elemento día con día arriesga su estado físico y emocional por salvaguardar y rescatar la vida de cualquier persona o sus bienes materiales, incluso la de la fauna.
¿Hay algo a lo que teme un bombero?
Siento que el verdadero temor que tiene cualquier bombero es no regresar a casa, porque el temor al incendio o a un accidente es algo que vivimos día con día, algo que controlamos al paso del tiempo y formamos ese temple para llevarlo. El temor a no regresar a casa, creo que es lo más presente y difícil de sobrellevar.
¿Ven la vida de un humano al igual que cualquier animal?
Aquí, lo que es vida se respeta, se cuida y se preserva, así sea un gato, un murciélago, perros o gatos, no se diga el ser humano; nuestra labor es rescatar a todo ser vivo. Hemos rescatado animales como tlacuaches, hurones o hasta boas, sin importar los temas legales en los que se encuentren los dueños por su posesión.
¿Qué te deja ser de la brigada ‘Topos’?
Es de gran satisfacción porque pertenecer a ese tipo de brigadas internacionales es llevar el nombre de bomberos en alto. Muchas veces no se valora el trabajo de los rescatistas, pero se deja a la familia, hay miedo de no regresar y se hacen esfuerzos sobrehumanos. Es una satisfacción enorme ser de Bomberos y pertenecer a instituciones como Topos y Cruz Roja.
¿Qué te marcó en los rescates del terremoto en CDMX y del camión en Ojuela?
Efectivamente acudimos al apoyo del camión de pasajeros que se desbarrancó en el Puente de Ojuela donde fallecieron 13 personas y nuestra labor fue el rescate de las víctimas fatales, en su mayoría niños. Nos deja la enseñanza de la importancia de nuestro trabajo, al igual que el tiempo de respuesta.
En la CDMX brindamos apoyo en Taxqueña al ser integrante de Topos. Ahí rescatamos puras víctimas fatales, pero nos queda la satisfacción de que pudimos entregar a sus deudos el cuerpo de aquella persona.
¿Cómo manejan las emociones al momento de estar frente a una escena traumática?
En este tipo de emociones sí existe algún síndrome, sin embargo, tenemos a dos psicólogos que acuden como parte de su servicio social, como yo, los cuales dan terapia individual y en grupo. El patronato de Bomberos se preocupa por el bienestar de los elementos y hemos tenido capacitaciones en el manejo de emociones, programación neurolingüística y toma de decisiones.
¿Cuánto sacrificio hay para ser bombero?
Hay casos que por cumplir con su deber, hay elementos que han atendido a la ciudadanía en lluvias, mientras que en su casa su familia hacía lo imposible para que no entrara el agua. Aquí dejamos de lado muchas cosas. No cualquiera deja a su familia para ayudar a otras familias.
aarp