Cientos de tambos, cubetas y bolsas con residuos tóxicos de los que se derraman sustancias viscosas y con un penetrante aroma a químicos, han sido vertidas ilegalmente al área natural protegida Lago de Texcoco, por parte de empresas subcontratados por fabricantes de productos químicos, cosméticos, automotrices y hospitales, provocando daños al ecosistema y la salud de las personas, debido a que han comenzado a generar pequeñas explosiones y desprendimiento de gases.
“Nos preocupa porque muchas personas solemos tener cisternas y en algún momento, pueden llegar a contaminarse por estos residuos que han sido enterrados.
“La otra preocupación es que generan una fuerte emisión de vapor, muchos son corrosivos o son inflamables y al contacto con la piel cuando estás en esa zona donde tiran los residuos, empiezas a sentir comezón, en el aire se perciben los olores que al ser corrosivos lastiman las vías respiratorias y los ojos y rápidamente se tienen ganas fuertes de vomitar”, dijo una de las personas afectadas.
Grupos organizados lotifican predios del área protegida
Integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra denunciaron a Notivox que la problemática se presenta desde hace cuatro meses, principalmente en la localidad de San Cristóbal Nexquipayac, en el municipio de Atenco, donde la Policía Municipal ha detenido en flagrancia en al menos tres ocasiones a los responsables.
Pero, el problema continúa como parte de una dinámica de grupos organizados vinculados a la lotificación ilegal de predios dentro del área protegida, donde los ejidatarios llevan a cabo el aprovechamiento agropecuario por medio de pozos agrícolas.
Explicaron que en aquella región existen diversos grupos con interés en especulación de la tierra, por lo que incluso presentaron varios amparos en contra del decreto en 2022, del Lago de Texcoco como Área de Protección de Recursos Naturales.
De acuerdo con pobladores de Atenco afectados, a plena luz del día, diversos grupos de personas realizan fosas en las que vierten los tóxicos y posteriormente, otros grupos de transportistas dedicados al acarreo de cascajo, cubren las fosas con materiales de la construcción, como parte de una estrategia para lotificar los predios dañados ambientalmente.

Vierten sustancias químicas al Lago de Texcoco
Notivox consultó al responsable del área natural protegida Lago de Texcoco, Daniel Fonseca, quién confirmó la situación y solicitó mayor apoyo del Estado de México en la estrategia de gestión de residuos y urbanización que genera una enorme presión sobre el área protegida designada en la administración del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Ahora podemos ver las agravantes por la falta de atención a las problemáticas como la la urbanización; si bien, el área natural protegida tiene 14 mil hectáreas, por lo menos en tres mil hectáreas se tiene este tipo de problemas, ya sea de residuos de manejo especial, pero también están los residuos de la construcción.
“Esa falta de estrategia o de política en la gestión de los residuos, ese vacío lo han aprovechado otros grupos, que se han logrado, por así decirlo, una ‘economía circular’ del manejo ilegal de todo tipo de residuos”, declaró.
Entre las sustancias vertidas, se observan empaques de Perkadox 16, fabricado por la empresa química de origen holandés Nouryun, que se utiliza en la producción de PVC, acrílicos y resinas, que es altamente nocivo para especies acuáticas.

Desechos tóxicos, afectación para la salud humana
Tras una inspección de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en el sitio, se solicitó la presencia de representantes de la empresa Nouryun, quienes confirmaron que se trata de parte de sus residuos tóxicos, pero que según sus dichos, fueron entregaron a la empresa de gestión de residuos tóxicos Transportes ambientales, que a su vez los entregó a otra subempresa para su disposición final.
Además, en el peritaje realizado por la Fiscalía General de la República, al que Notivox tuvo acceso, entre las sustancias vertidas está la propilendiamina, una sustancia usada en la industria farmacéutica, que puede causar irritación de los ojos, la piel y el tracto respiratorio, y puede ser corrosiva por ingestión; además de que su inhalación puede provocar edema pulmonar y, en casos graves, la aspiración del líquido puede causar neumonitis química.
Otro desecho tóxico arrojado al Lago de Texcoco es el dilaurato de dibutilestano, un compuesto tóxico usado en la producción de poliuretano, que puede causar daños a la salud humana, incluyendo daños en el hígado, los riñones, el tracto gastrointestinal y el sistema inmunológico. También puede afectar negativamente el desarrollo, la reproducción y la genética.
También se encontró polietileno clorosulfonado, usado en la fabricación de mangueras y recubrimientos impermeables, que puede causar efectos secundarios en la salud debido a su exposición prolongada o a altos niveles, especialmente por inhalación; puede provocar problemas respiratorios, e incluso cáncer nasal y de pulmón.
Además, la ingestión puede provocar anemia o tumores estomacales, y el contacto con la piel puede causar úlceras y reacciones alérgicas.
IOGE