Justo frente a la secundaria Melchor Ocampo en Ciudad Madero, dos hermanos han hecho de esta situación su trinchera en temporada de lluvias. José y Fernando Jiménez, con la ropa mojada, se mantienen atentos a los automóviles que se detienen, dudan o, de plano, quedan atrapados en el agua.
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“Cualquier carro que se atasque aquí estamos, carro normal 100 pesos, Didi y taxi en 50, depende del carro… unos pesan más que otros” cuenta José mientras espera que otro vehículo se anime a cruzar la avenida Obregón que pareciera un canal en Venecia.
Y en medio de todo, están los hermanos Jiménez, empujando autos, dando indicaciones, ayudando sin cuestionar. Porque en estos momentos, lo que más se agradece es una mano extendida.
“Van como cuatro carros atascados y he ayudado a dos automóviles a salir de la inundación. Se atascan del lado del oxxo y de la calle Jaumave por la tortillería, normalmente” mencionaron.
Su trabajo no es sólo empujar carros. También advierten a los peatones que caminan a ciegas en el agua color chocolate: “¡Cuidado con la coladera frente a la gasolinera, está abierta!”, gritan. Gracias a eso, no se ha ido nadie en ese agujero que, si no lo ves, te traga entero.
“Yo tengo años que hago esto, venía con mis hermanos y con amigos y si nos hemos rayado algunas veces” detalla José mientras nos explicaba cómo era la odisea de atravesar este crucero durante la temporada de lluvias.
AA
