Don José María Barrientos tiene su puesto de venta rodante en la esquina de la avenida Juárez y calle Viesca, en la zona centro de San Pedro, Coahuila. Muchos años han pasado y el sigue vigente en el comercio, cócteles de frutas, frituras y otras chucherías, es su venta diaria.
Todos los días hace algo muy peculiar, para las cuatro de la tarde, prepara un buen montón de tortillas, se sienta en su silla donde espera la clientela y de repente aparecen, es una parvada de palomas que aterrizan frente al puesto ambulante, 'Don José' se levanta, toma la tortilla remojada ya hecha trozos y comienza a alimentar a las aves.
Es como si lo conocieran, como cuando una madre llama a comer a sus hijos, en este caso, un padre. Las palomas ni se asustan al ver que Don José se acerca.
Camina hacia un lado y otro y las aves lo siguen, pidiendo más comida. Termina de alimentarlas y se vuelve a sentar, ahora se queda solo viendo a sus aves, las que dice, son animalitos inofensivos que sólo buscan comida y agua.
Dice, que tiene años realizando esto, y no sólo en ese punto de venta sino afuera de su casa en la colonia Trinidad, no sabe si sea un don o si las aves lo siguen, sólo asegura, que es una terapia muy buena para relajarse y sentirse parte de la naturaleza.
CALE