Su personalidad es de contrastes. Religioso pero aficionado al entrenamiento deportivo-militar. Disciplina, orden, fe, normas. En efecto, un mundo de leyes, rodea al Fiscal General de Coahuila, Gerardo Márquez Guevara.
Con la música clásica de fondo, se conversa con él. Comparte su gusto por la música de rondalla y el deporte, correr y nadar lo mantienen saludable en mente y cuerpo. Perteneció al grupo de Scouts de México, al Pentatlón, jugó béisbol y fútbol americano. Es también devoto de la Virgen de Guadalupe, a la que visita cada 12 de diciembre.
Familia numerosa, doce hermanos por ello, contribuía a la economía familiar desde niño con la venta de periódico y gorditas.
Nació en el municipio de Torreón el 1 de septiembre de 1961, tiene 57 años de edad y realizó sus estudios en la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales. Creció en el Centro de este municipio entre las calles Guerrero y Leandro Valle.
¿Por qué estudiar derecho?
Estudié Derecho por que de niño cuando era Boy Scout, el jefe de tropa estaba cursando la carrera y de alguna manera fue mi modelo a seguir.
Más grande pensaba en defender el derecho y aplicar la justicia. De no haber sido abogado, seguramente hubiera sido médico pero definitivamente relacionado con el derecho.
¿Es soñador el concepto?
Sí. Porque luego nos damos cuenta que la realidad es otra. La mayoría de las personas que estudiamos en mi generación, éramos de nivel socioeconómico bajo y veíamos injusticias cuando se aprovechaban algunos de los que menos tienen. Por eso de verdad que estudié para abogado.
Una vez que egresas de la escuela, observas que la justicia pocas veces se empata con el derecho.
Por ejemplo: si alguien priva de la vida a otro es un homicidio claro, pero si el procedimiento para el encarcelamiento del probable responsable no se realiza exactamente como establece la ley, hay una sentencia absolutoria y eso, definitivamente no es justicia para la familia del occiso.
Su niñez, ¿cómo transcurrió?
Fui muy inquieto desde chavalo. Siempre busqué actividades adicionales a la escuela, pero no porque mis padres me llevaran.
De niño cuando estaba en quinto o sexto grado de primaria y primero y segundo de secundaria, forme parte de los Scout de México.
Luego participé en el Pentatlón para no desfilar en mi escuela, porque querían que hiciéramos las figuras gimnastas o mover los aros que no era lo mío, en cambio si pertenecías a otro grupo podías no participar en el trayecto de tu Institución Educativa que entonces, era de carácter obligatorio. Yo desfilaba con el Pentatlón. También, en la preparatoria Venustiano Carranza de Torreón, participé en Grupo Comando, que se dedicaba al entrenamiento deportivo militar.
Los viernes me iba también con amigos -cuando estaba en primero de secundaria-, a las márgenes del Río Nazas.
Mis papás me apoyaron de la forma más sencilla y más simple porque fuimos doce hermanos no habían posibilidades económicas abundantes.
¿Cuál fue su primer trabajo?
Vendíamos mis hermanos y yo gorditas que hacía mi mamá. Era muy interesante porque de la venta diaria, nos daba el 20 por ciento para que con ello, pudiéramos comprar nuestros libros y cuadernos de la escuela, por eso los cuidábamos. Definitivamente fue formativo. Yo creo que no hubo la forma pero en su momento mi mamá, hubiera puesto un negocio de gorditas extraordinario.
Mi segundo trabajo fue vendedor de periódico y vendí lo que entonces era La Opinión, tendría como 11 años de edad.
En un tiempo comercialicé los muebles de madera que hacía mi padre esto ya a los 20 años y desde tercer año, comencé a trabajar en un despacho jurídico.
¿Le gusta hacer ejercicio, verdad?
Desde que estaba joven caminaba. Una vez que estábamos de campamento, no había camiones para regresarnos mis amigos y yo por lo que debimos caminar desde los Puentes Cuates a nuestra casa casi 35 kilómetros.
Comenzamos a las 9:00 y llegamos por ahí de las 6:00 de la tarde, llegué con todos los pies ampollados. Siempre he hecho ejercicio, camino con mi esposa y nado cuatro a cinco días a la semana. Eso me ha ayudado para bajar el estrés de los trabajos en los que he estado.
Cuando salía muy cansado de mis primeros trabajos lo primero que hacía era irme a correr, ni siquiera a descansar.
¿Era chavo peleonero, el que ponía orden o el bravucón?
De mi grupo de la facultad fui el más tranquilo. En los cinco años de la carrera en la Universidad algunos 20 pleitos me aventé con golpe y todo. Como dice el Piporro en la canción: Melitón pegaba y corría y si no pegaba de todos modos corría. A veces había que correr.
¿Qué música le gusta escuchar?
Desde sexto grado me juntaba con los amigos para dar gallo a las mamás y toqué la guitarra pero, como no teníamos recursos siempre tocaba con la guitarra de los demás y tuve que modificar las notas porque como soy zurdo y no eran mías las guitarras para poderles cambiar las cuerdas, pues adecuaba las notas.
Aprendí con el librito de la guitarra fácil, toco requinto y todo…. escucho música de toda, pero soy un aficionado al 100 por ciento de la música de las rondallas por los gallos (serenatas) que íbamos a dar.
Entiendo que es creyente de la Virgen de Guadalupe ¿cierto?
Creo que no hay 12 de Diciembre que falte a visitar a la Virgen de Guadalupe. Mi abuelita me llevaba vestido de Juan Diego y es una tradición que continuamos practicándola con mis hijos.