En su infancia y adolescencia, Rosy Ocampo nunca vio telenovelas, pero con el paso de los años el género se ha convertido en el detonador de sus éxitos, primero a través de las telenovelas infantiles y actualmente en aquellas que se convierten en una plataforma para abordar problemáticas sociales, como la violencia de género, la inequidad y el impacto de las redes sociales.
Esto porque, aunque su trayectoria se dirige al terreno de la producción, donde la mayoría de los protagonistas son hombres; ella se ha ganado no solo el reconocimiento del público, a través de la respuesta que han tenidos sus historias; sino también el de sus compañeros productores. Aunque en un dejo de sinceridad, reconoce que “no ha sido una tarea fácil”.
En 1981 su labor como asistente de producción, en la serie Toda una vida, marcó el inicio de su historia, que más tarde la llevaría a ser productora asociada en Plaza Sésamo; hasta que llegó su incursión como productora de telenovelas en El diario de Daniela en 1998.
Amigos por siempre, Rayito de luz, Cómplices al rescate y Código fama fueron otros títulos que produjo y que le fueron dando el reconocimiento como creativa de telenovelas infantiles.
Sin embargo, tras una pausa debido al cáncer que padeció y a los cargos ejecutivos que tuvo en Televisa, se separó del género por un tiempo; para regresar en 2020 con un concepto que ha denominado Vencer (Vencer el miedo, Vencer el desamor, Vencer el pasado y Vencer la ausencia) en el que ha usado al género como una plataforma para abordar problemáticas sociales, como la violencia e inequidad de género y el impacto de las redes sociales.

Darle un ángulo más allá del entretenimiento a las telenovelas con tu concepto, Vencer, en especial con temáticas que abordan las problemáticas que padece la mujer, ha sido un éxito, ¿no?
Sí, afortunadamente la gente ha respondido muy bien. Y en gran parte es porque hay un reflejo de la realidad. Empezamos en 2020 con este concepto, cuando inició la pandemia; y empezamos con la violencia de género.
Justo cuando se estaba dando el movimiento Me Too… ¿no?
Sí, y lo lamentable fue que la gente se identificó porque la problemática tenía el foco en ese momento. Desafortunadamente vemos que sigue, las estadísticas nos lo decían en ese momento; y ahora también, pues está registrado que con el confinamiento hubo más violencia de género, lo dicen los divorcios, las separaciones y hasta los feminicidios.
Pareciera que ante tantas opciones de entretenimiento es difícil enganchar al público; pero tú lo has logrado, primero con las telenovelas infantiles y ahora con esta propuesta de abordar problemáticas sociales; ¿se defiende el género o lo defiendes tú?
El género es rico por sí mismo, y sí, cada vez es más complicado captar la atención de la audiencia, pero cuando el televidente se ve reflejado en el tema, atiende a la propuesta.
Ahora nosotros respetamos el género, pero aprovechamos su proyección para brindarle al público historias que le son cercanas. Y lo hacemos respaldados con un trabajo de investigación que después sirve al equipo para crear los personajes.
Pero también para brindarle opciones de ayuda a la audiencia; pues a través de algunos mensajes en la trama y en las cortinillas damos información de los lugares a los que puede recurrir en caso de estar padeciendo la problemática que se presenta en nuestras historias.
¿Has innovado el género?
La telenovela ha pasado por varias etapas y debo destacar que en los 70 Miguel Sabido ya abordaba temas sociales en el género, lo hizo (en historias como Ven conmigo, Acompáñame y Vamos juntos) para abordar la educación para adultos y los problemas de población.
Entonces, eso indica que el género se mantiene por si solo, pero sobre todo que tiene las virtudes para ir más allá del simple entretenimiento y así mantenerse en el gusto de la audiencia, por más opciones que puedan surgir.
¿Antes de producir telenovelas, veías telenovelas?
No, la verdad nunca veía telenovelas, ni en mi infancia, ni en mi adolescencia; mi acercamiento con el género fue cuando empecé a trabajar en producción. Aunque inicié haciendo series y programas más del género educativo.
La producción en Televisa siempre ha estado dominada por hombres, ¿fue fácil lograr la oportunidad?
No, ser mujer sigue siendo un factor para que las cosas cuesten más trabajo, pero está en cada quien demostrar las habilidades. Yo empecé siendo asistente del asistente, del asistente y afortunadamente nunca desistí: porque sí es más complicado si eres mujer, porque si hay un puesto, pues se promueve más a un hombre; además los salarios regularmente no son equitativos, van en función del género. Pero de ahí la importancia de que demostremos la fuerza para lograr la equidad.
¿Qué hay en tus planes?
Ya estamos preparando la quinta entrega de Vencer…
DAG