La puesta en escena ‘La obra que sale mal’ regresa con una nueva temporada, a partir del 16 de octubre, en el Foro Cultural Chapultepec. Con un elenco integrado por Ricardo Fastlicht, Luis Fernando Peña, Juan Carlos Medellín, Miguel Tercero, Jerónimo Best, quienes alternarán funciones con otros actores, inician esta nueva etapa del montaje producido por Camila Brett, bajo la dirección de Mark Bell.
“Ya cumplimos más de 625 funciones desde 2018 que estrenamos y ahora regresamos por un par de meses, es una obra con humor blanco”, dijo Brett.
Majo Pérez, quien interpreta a Sandra, compartió la emoción por regresar de nuevo con esta exitosa puesta en escena.
“Estamos felices de volver a contar esta historia, la gente la recibió con mucho cariño, me reuní con una familia muy amorosa, divertida y eso es lo que queremos volver a compartir con la gente, esta es una obra que nadie se puede perder, es para toda la familia, todos se divierten, se ríen y se asustan”, contó.
Por su parte, el actor Ricardo Fastlicht, cuando asistió como espectador, visualizó integrarse algún día al elenco de esta obra escrita por Henry Lewis, Jonathan Sayer y Henry Shields. “La premisa de la obra, es una compañía de teatro amateurque está contando su obra del semestre que trata de un asesinato y dentro de esa obra, todo lo malo que puede pasar, todo sucede. Es la obra perfecta para que se enamoren del mundo teatral”, puntualizó.
Para el comediante, esta obra tan demandante le ha enseñado disciplina, además de representar un esfuerzo físico. “Hay pocos proyectos que te desnudan como actor y que te bajonean, te suben y te tiran; eso me pasa aquí, porque es una obra súper precisa en cuestión de actoralidad, es un movimiento musical con una coreografía que trabajamos nosotros junto con la escenografía que está premiada internacionalmente y que se convierte en el personaje más importante”, detalló.
Los textos son estrictos y los diálogos deben ser exactos, pues marcan alguna acción o efecto, en escenas donde los actores se mueven constantemente, como una maquinaria que debe funcionar con precisión y en donde cualquier movimiento en falso puede provocar un desastre.
Fastlitch también recordó que el segundo día del ensayo tuvo un accidente, que afortunadamente no pasó a mayores.
“Me caí de una altura de más de dos metros, por eso digo que físicamente es muy retadora y eso es con todos los personajes. No hay uno que se salve. De una gira a otra, tuve que implementar un banquito para poder subir con mayor agilidad, porque la escenografía sigue viva y no puedes llegar tarde en ningún momento. Es la obra que más disfruto, porque aquí se trata de romperse el alma en el escenario”, señaló.
Los personajes en escena se alternan, con un espléndido elenco conformado también por jóvenes, pero experimentados actores entre los que se encuentran Ana Jimena Villanueva, Ari Albarrán, Daniel Bretón, Danielle Lefaure, Daniel Haddad “Big Dan”, Daniel Super Ortiz, José Luis Rodríguez “El Guana”, Jerónimo Best, Juan Carlos Medellín, Luis Fernando Peña, Luz Aldán, Iván Carbajal, Majo Pérez, Miguel Tercero, Ramón Cadaval y Ricardo Fastlicht.

Tener un elenco tan grande, le da la posibilidad al espectador de ver diferentes propuestas en escena. “Estos personajes son como clowns y tenemos la ventaja de que cada uno de nosotros le puede agregar su personalidad”, explicó Fastlicht.
¿Cuál es la trama?
La obra que sale mal es una comedia británica que ha conquistado escenarios de todo el mundo gracias a su premisa simple y efectiva: mostrar, con humor desbordado, lo que ocurre cuando una compañía amateur de teatro intenta montar una obra de misterio sin imaginar que absolutamente todo empezaría a salir mal.
Desde la escenografía que se desploma, hasta actores que olvidan sus parlamentos, se accidentan o improvisan de manera desesperada, cada función se convierte en una experiencia que juega con el caos controlado.
La trama inicial es muy parecida a la de un clásico de misterio de Agatha Christie, donde un asesinato debe resolverse en una mansión inglesa; sin embargo, el verdadero espectáculo está en el desastre que ocurre detrás de escena y frente al público, un juego en el que la torpeza calculada provoca carcajadas constantes.
El encanto de la puesta viene de la precisión milimétrica con la que los actores deben ejecutar cada error, logrando que la improvisación parezca real cuando, en realidad, cada detalle está orquestado con rigor. También funciona como un homenaje al teatro y, al mismo tiempo, como una parodia de sus clichés más reconocibles, generando identificación incluso en quienes no son asistentes habituales.
Fenómeno teatral
El fenómeno de La obra que sale mal se debe en gran medida a que ofrece una comedia universal, entendida en cualquier cultura: la risa ante el fracaso y el absurdo, con un toque de humor muy mexicano, la han llevado a tener incluso una adaptación denominada Peter Pan que sale mal, con la misma premisa, pero queriendo montar una obra del clásico de James Matthew Barrie.
Su estilo de humor físico recuerda también al cine mudo de Chaplin o a los sketches de Monty Python, con situaciones tan exageradas que se vuelven irresistibles. Además, se ha convertido en un refugio dentro de la cartelera teatral, donde predominan los musicales o los montajes experimentales, al ofrecer una propuesta fresca, accesible y sumamente entretenida.
Desde su estreno en Londres en 2012, La obra que sale mal ha logrado mantenerse en cartelera ininterrumpidamente, sumando giras internacionales y producciones locales en países de Europa, América y Asia. Su capacidad de hacer reír sin necesidad de traducción compleja, y el boca en boca del público, la han colocado entre los montajes más longevos de la última década, un caso poco común para una comedia de enredos.

En esta ocasión se presentarán jueves y viernes con una función y sábados y domingos con dos funciones, hasta febrero de 2026. En diciembre implementan un maratón con funciones todos los días (excepto 25 y 31), demostrando que esa historia que parecía un experimento estudiantil se transformó en un clásico contemporáneo del teatro, y que, cuando todo sale mal en escena, el éxito con la audiencia puede ser rotundo.