La serie Pecados inconfesables llegará a la pantalla a través de Netflix el 30 de julio, con las actuaciones de Adriana Louvier y Regina Pavón, quienes en la serie le dan vida a Fedra y a Ximena, madre e hija opuestas en personalidades, pero complementarias para la historia, en entrevista con MILENIO las actrices compartieron la experiencia que les dejó este trabajo en su carrera.
“Cuando leí la psicología de mi personaje me encantó, también el elenco y trabajar de nuevo con la productora Mar abierto y estar en una plataforma como Netflix, fue un combo perfecto, tratándose sobre todo del género del thriller que es mi favorito”, contó Louvier, mientras que para Pavón uno de los mayores atractivos para aceptar estar en la serie es que se trata de un libreto original.

Ximena es un personaje distinto que no se guía por su emociones, se trata de una mujer que antes que nada le hace casa a sus pensamientos para tomar cualquier decisión. “Es más cerebral, es ingeniera en sistemas y me pareció reto interpretarla, además de que tiene escenas de acción y eso no lo había hecho antes”, agregó Pavón.
Louvier considera que los temas que toca la historia deben ser visibilizados porque son importantes, como el maltrato hacía la mujer, el abuso y la poca privacidad que se puede tener con los avances tecnológicos que hoy existen.
“Son temas de los que socialmente tenemos que seguir hablando y hacerlo a partir de una ficción que es entretenimiento, de alguna manera también está la voz de estas situaciones”, comentó.
Para Pavón el hecho de que sus personajes sean mujeres fuertes e interesantes y que a pesar de eso hayan sufrido violencia y que pasan por cosas que nadie cree porque tienen una imagen de mujeres fuertes es importante visibilizarlo. “La violencia no se detiene por la clase social que tengas ni discrimina nada, es importante mostrar esto, los personajes son mujeres fuertes que están luchando por seguir su camino en la vida”, puntualizó.

Respecto a su vida personal, ambas actrices coincidieron en que no han sido sometidas a ningún tipo de violencia, incluso Louvier tampoco tiene gente cercana que haya sido víctima de maltrato o del uso de las redes sociales, donde ahora existe la manipulación de imágenes a través de IA para desacreditar a las personas.
“En mi caso por fortuna no tengo personalmente una situación así, no he sido violentada ni me he sentido con poca libertad por la situación tecnológica. Creo que cada vez va siendo más difícil mantener tu línea de privacidad, porque todo el mundo con la mano en la cintura, no solo saca el celular en donde sea, graba o toma fotos, lo editan y la inteligencia artificial ya puede crear algo que simule ser tú, cuando no lo eres. Siempre trato de mantener públicamente en mis redes sociales un límite hacia mi vida personal. Las redes sociales son una herramienta divertida y buena, pero no pasó el límite, hay que seguir visibilizando este tipo de temas, es importante hacerlo siempre”, aseguró.
Finalmente Louvier habló de lo bien que se llevó el trabajo no solo a nivel profesional sino personal porque hubo un ambiente de armonía, donde todo se desarrolló perfectamente a tal grado que formaron un grupo de amigos más allá del trabajo y sumando a esto se dio una gran química entre todos, situación que no siempre sucede.
“Es muy importante saber que puedes divertirte siendo profesional, hacer lo que te gusta con pasión y pasarla bien, también cuando es momento de ser serios y ponernos a trabajar. Este fue un elenco de muchos actores profesionales junto con el crew y con gran una historia, además el thriller te da la oportunidad de ser minucioso más allá y decidir con qué gesto cuentas o no para mostrar los secretos de la historia”, agregó Pavón.
Claves
Las grabaciones se realizaron en Ciudad de México y Valle de Bravo, durante dos meses y medio.
La serie está pensada originalmente para una temporada de 18 capítulos.
¿De qué trata Pecados inconfesables?
En un intento desesperado por escapar de un matrimonio abusivo que pone en peligro su vida y la de su hijo, Helena (Zuria Vega) convence a su amante Iván (Andrés Baida), un seductor escort de alta clase, para grabar a su esposo Claudio (Erik Hayser) en un video sexual comprometedor.
Claudio desaparece misteriosamente y Helena se convierte en la principal sospechosa. Lo que comienza como un plan para lograr su libertad desata una espiral de traiciones, secretos y venganza que pondrá al descubierto los pecados más oscuros de la élite empresarial y política mexicana.