Las producciones internacionales a gran escala combinan creatividad, logística y tecnología, pero detrás de cada espectáculo hay historias de ingenio que muchas veces pasan desapercibidas. Malena Grandio, productora creativa radicada en Nueva York, se ha especializado en convertir esos retos en experiencias memorables.
Con proyectos en ciudades como Barcelona, París y Nueva York, ha trabajado en teatro, moda y activaciones de marca, mostrando que la técnica y la creatividad pueden convivir con naturalidad.

Uno de sus mayores desafíos fue Messi10 de Cirque du Soleil en Barcelona, un show que reunió a más de 400 mil personas en ocho meses. Malena coordinó un equipo de más de 60 personas para que cada función fluyera sin contratiempos: señalización, uniformes, merchandising y áreas interactivas, todo perfectamente alineado. “La clave era que el público no notara nada, pero sintiera que cada detalle estaba en su lugar”, recuerda.
En marketing experiencial, su trabajo en el domo de la República Dominicana en Times Square, junto al Ministerio de Turismo y la agencia Pop Up Mob, es otro ejemplo. Con más de 350 mil transeúntes diarios, el proyecto exigió montajes nocturnos y un plan eléctrico especial para un sistema de proyección 360°, respetando las estrictas normas de la ciudad.

En la moda, Malena ha dado vida a desfiles como los de Campillo en la New York Fashion Week, adaptando espacios no pensados para pasarelas. Coordinó estructuras de iluminación, ajustes acústicos y backstage con tiempos muy ajustados, logrando que todo estuviera listo para audiencias internacionales y medios como Vogue Runway y WWD.
También ha enfrentado rodajes de alto nivel, como la campaña Alexander Wang Pre-Fall 25 para Sofia Alazraki, donde diseñó un plan de cableado flexible y sistemas de respaldo para mantener la iluminación perfecta mientras cambiaba la luz natural.
Sus activaciones para marcas como r.e.m. beauty e Intimissimi en Nueva York se distinguieron por la atención al detalle: flujos de visitantes controlados, sonido calibrado y una iluminación que hacía brillar los productos sin incomodar a nadie. El resultado: más de 1.5 millones de visualizaciones orgánicas en redes sociales.
Incluso en escenarios remotos, como Fire Island para la campaña LDSS Swim, Malena ha demostrado su habilidad, anticipando el clima y el transporte de equipos en ferry con estructuras modulares resistentes a la humedad y el viento.
Su trabajo no se limita a la producción en vivo. En Good Girl Snacks, Malena participó desde la estrategia creativa hasta la distribución, logrando que el lanzamiento apareciera en medios como Forbes 30 Under 30.
Para Malena, la base de todo está en una preproducción cuidadosa: pruebas de equipo, planes de emergencia y documentación detallada para replicar procesos y ofrecer transparencia a cada cliente.
Su trayectoria demuestra que, en las grandes producciones, la técnica es tan importante como la creatividad. Gracias a su liderazgo, cada cable, cada luz y cada estructura se integra en una “coreografía invisible” que el público no ve, pero que hace posible que cada experiencia brille.